Cuando las madres nos quieren dar una lección, no dan vueltas y lo hacen de forma que la aprendamos de por vida. Así le sucedió a un joven en Trinidad que había robado y llegó a su casa agitado y de una manera muy sospechosa.
La madre, sin inmutarse, le preguntó lo que había pasado reiteradas veces hasta que el joven tuvo que confesar y contarle toda la verdad; que había robado $400 a una pareja de peatones plaza ubicada en calles Estrada y Güemes, a poco metros de su casa.
Tomó a su hijo e inmediatamente lo acerco hasta la Comisaría 3ra, donde confesó el ilícito a las autoridades, quienes felicitaron la a madre por lo había realizado.
El hecho ocurrió el pasado lunes 9, en horas de la mañana, el menor de edad quedó a disposición de la justicia.