Pocos valores más susceptibles a las fluctuaciones que los referidos a los pases de los futbolistas. Las distorsiones se acentuaron cuando hace dos temporadas Paris Saint Germain, administrado por fondos qataríes, rompió con todas las reglas económicas, al invertir casi 400 millones de euros entre Neymar y Kylian Mbappé.
Así como algunas cotizaciones suben como la espuma, otras se deprecian. Los motivos son variados: rendimientos futbolísticos en declive, falta de sintonía con el club, errores en la manera de llevar la carrera, comportamientos pocos profesionales. Por separado, o todos juntos, esos factores llevan a que algunos de los futbolistas que ocupan un puesto entre los 12 pases más altos de la historia ahora tienen un precio devaluado cuando los clubes lo ponen en el mercado.
Neymar es un hierro caliente en PSG
En el club parisino están desencantados con el brasileño. Víctima de las lesiones, no influyó para alcanzar el objetivo por el que fue contratado: levantar la Champions League. Para retener el título de la Liga de Francia no hacía falta. Las lesiones que sufrió pueden inscribirse dentro de los imponderables a los que está expuesto cualquier futbolista, pero lo que le reprochan las autoridades del club es el descarrilamiento en cuestiones que sí deberían estar bajo el control de Neymar. Como los actos de indisciplina, el aire vacacional con que se toma su estancia en París, los viajes a Brasil y sus regresos retrasados, los celos hacia Mbappé, a quien el club pone como principal referencia de su proyecto. Las denuncias por abuso y violación que interpuso una mujer contra Neymar dañaron más su imagen. Dispuesto a romper relaciones, el brasileño dijo que uno de los mejores recuerdos de su carrera es el gol que le convirtió con Barcelona a PSG en el 6-1 por la Champions. Su deseo es volver a Barcelona, que de ninguna manera va a pagar los 222 millones que recibió. Messi y Luis Suárez están más convencidos de recibirlo que los dirigentes catalanes, que negocian sin apuro y tratan de incluir en la operación a Coutinho o Dembelé. PSG, un tanto hastiado del personaje inmanejable que interpretó Neymar en sus dos años en Francia, se aviene a transferirlo, siempre que los números de su salida no retraten al club en un sonoro fracaso económico.
¿Adónde terminará Mauro Icardi?
A principios de este año, Mauro Icardi era goleador y capitán de Inter, con una cláusula de rescisión fijada en 110 millones de euros. Hoy, fue excluido del plantel que realiza la pretemporada y el club milanés escucha ofertas, de las cuales cualquiera está muy por debajo de los 110 millones.
Con su pareja Wanda de representante, Icardi entró a principios de año en una pulseada con el club por el retiro de la capitanía. Se excusó en una lesión que Inter desconocía. La inactividad le costó no ser tenido en cuenta por Lionel Scaloni para la Copa América. La llegada del nuevo entrenador, Antonio Conte, lo sentenció. Hoy aparece en las redes sociales jugando al fútbol en el jardín con sus hijos, mientras su futuro es una incógnita. Napoli mostró interés, pero Icardi está más pendiente de un llamado de Juventus que- sabiendo que Inter no lo quiere más- negocia a la baja, alrededor de 60 millones, poco más de la mitad de lo que hubiera tenido que pagar hace unos meses.
Zidane quiere a Bale afuera cuanto antes
En 2013, Gareth Bale se constituyó en el pase más alto con los 101 millones que Real Madrid le pagó a Tottenham. Continúa como la adquisición más onerosa hecha por la entidad española, que hace poco contrató a Eden Hazard en 100 millones. Seis años después, al cabo de la conquista de varios títulos que ayudaron a amortizar la inversión y a una infinidad de lesiones que le quitaron continuidad, al galés le muestran la puerta de salida. Zidane, habitualmente diplomático, no pudo ser más cáustico: “Si se va mañana, mejor”. Florentino Pérez fracasó en su intento de convertir a Bale en la figura que ocupara el espacio que dejó Cristiano Ronaldo. Ni por personalidad ni por gravitación en el campo estuvo cerca de esa misión. Jugó poco y fue silbado en el Bernabéu. Su representante trabaja para llevarlo a China, mientras Real Madrid espera obtener al menos 50 millones.
Higuaín, en busca de la estabilidad
En 12 años en Europa, Gonzalo Higuaín había desarrollado una sólida carrera en tres clubes: Real Madrid, Napoli y Juventus. En poco más de un año, Pipita puede vestir igual cantidad de camisetas. Seis meses en Milan, seis en Chelsea y un regreso a Juventus, dueño de su pase y donde él quisiera quedarse, pero ni Maurizio Sarri, el entrenador que lo potenció en Napoli, ni el club lo consideran una prioridad. La Vecchia Signora pagó por su pase 90 millones hace tres temporadas. El salto de un equipo a otro lo penalizó con sus doce meses menos productivos en Eruopa: 11 goles. Roma, si se desprende de Dzeko, asoma como una alternativa. Eso sí, su valor de mercado bajó a un tercio de lo que fue: 30 millones.