Un sacerdote italiano murió de coronavirus después de donar un respirador que sus feligreses le compraron a un paciente más joven. Giuseppe Berardelli, de 72 años, de Casino en la región de Lombardía, lamás afectada de Italia, murió en un hospital local en los últimos días después de ser diagnosticado con el virus.
Berardelli había recibido un respirador, bien que escaseaba desesperadamente, por feligreses preocupados por su salud, pero decidió dárselo a un paciente más joven que no conocía pero estaba luchando por respirar debido al virus.
Se desconoce la edad y el estado exactos de ese paciente, pero los pacientes más jóvenes que pueden acceder a los respiradores tienen muchas más posibilidades de sobrevivir. El caso extraordinario fue revelado por el sacerdote jesuita James Martin, de los Estados Unidos, quien también es asesor de la Secretaría de Comunicaciones del Vaticano.
La revista de noticias italiana Araberara informó por primera vez la historia. Berardelli, era un sacerdote muy querido que tenía problemas de salud subyacentes, y será recordado en su parroquia por su caridad y su amor por las motocicletas.
Al elogiarlo en Twitter, Martin escribió: “El mayor amor no tiene persona …” (Jn 15:13). “Es un ‘Mártir de la caridad’, un santo como San Maximiliano Kolbe, que en Auschwitz se ofreció como voluntario para reemplazar a un condenado con una familia, y fue asesinado.
Berardelli se encuentra entre los al menos 60 sacerdotes en Italia que murieron de coronavirus después de que el Papa los llamó a ‘tener coraje’ para atender a los enfermos.