Esta acusado de abuso sexual con acceso carnal agravado por calidad de guardador.
Habían pasado 9 meses de convivencia, en los que pareció que el joven había aceptado a los dos pequeños hijos de su pareja prácticamente como suyos. Pero en la tarde del 4 de febrero del año pasado, esa impresión sufrió un golpe devastador: el sujeto llegó ebrio a su casa en 25 de Mayo, ella salió un momento hasta un almacén cercano a comprar yogur para los chicos y cuando volvió se topó con su beba, entonces de 1 año y 6 meses, con un llanto incontrolable.
El sujeto estaba al lado de la criatura y decía no saber qué había pasado. En eso, ella comenzó a prepararse para ir a la casa de su mamá y su intención era bañar primero a su hija, cuando notó algo que la sobresaltó: sangre en el pañal. Las sospechas se hicieron muy fuertes cuando las hermanas del sujeto le dijeron que irían a comprar una crema y la amenazaron para no llevarla a una sala de primeros auxilios, con tal de que no metieran preso a su hermano.
Llegó a un centro de salud 5 días después, cuando un cuadro infeccioso atacaba seriamente la salud de la beba. “Cuando le vi sangre en el pañal noté que estaba desgarrada pero las hermanas de él no me dejaron ir a una salita, me amenazaron y aún hoy me amenazan. La llevé porque me fue a buscar mi mamá y cuando llegamos un médico me dijo que si pasaba un día más, moría”, dijo entre lágrimas la joven.
Fue parte de los relatos que la madre de la niña conto en el juicio contra su pareja a la que la fiscal Leticia Ferrón de Rago pidió en 15 años de prisión para el hombre.
Ahora el joven de 22 años esta acusado de abuso sexual con acceso carnal agravado por calidad de guardador. Por su parte, la defensa del acusado pidió la mínima. El juez José Atenágoras Vega de Sala II de la Cámara Penal deberá definir la pena.