La calurosa madrugada del viernes, Prudencio Falcón (79 años, jubilado), decidió como tantas noches dejar entreabierta la puerta trasera de su casa en la calle Félix Aguilar, Villa Krause, Rawson, para que entre algo de aire y así mitigar el intenso calor. Estaba algo dormido a eso de las 2 de ayer, cuando sintió pasos en el techo y voces en el fondo entre las que pudo escuchar clarito: “Allí está”. Y no tuvo tiempo a nada más porque enseguida la luz de su dormitorio se encendió y dos sujetos a cara descubierta se abalanzaron sobre su cama y lo redujeron a trompadas.
Con sábanas y una remera, los ladrones improvisaron una suerte de soga que usaron para atarlo a su cama, no sin antes golpearlo.
“Pensé que me iban a matar”, dijo Prudencio ayer a Diario de Cuyo, ya un poco más sereno. “Yo no les tenía miedo, no tengo miedo a pelear” dijo el anciano con su labio morado producto de los golpes.
Una vez adentro, los delincuentes revolvieron la casa en búsqueda de dinero y, al no encontrarlo, optaron por llevarse un gran televisor que tenía tan sólo dos meses de uso.
“Yo nunca les dije nada de nada, ellos solos buscaron” contó el hombre. Una vez que los malvivientes huyeron con el botín, Falcón se desató solo y alertó a una vecina que llamó al 911.
Instantes después fue trasladado por una patrulla al Hospital Rawson donde fue tratado por heridas menores, al mediodía de ayer ya estaba de vuelta en su casa.
Es la tercera vez en el mes que le roban. Según el anciano, la primera vez, cuando no estaba en su casa, alguien se metió y le sustrajo unos 360.000 pesos que había ahorrado.
En la segunda ocasión, un hombre con un arma blanca ingresó mientras él se encontraba en el comedor con una mujer que le ayuda en los quehaceres domésticos, pero huyó tras forcejear con ella. Aún así, Falcón no teme. “Los espero esta noche (por ayer). No les tengo miedo y los voy a esperar hasta que vuelvan”, aseguró, envalentonado.