El pasado martes 18 de agosto de 2020 un grupo de malvivientes le robó a un trabajador, cuando estaba abriendo su carnicería, todo la recaudación destinada a pagar a sus proveedores.
En ese preciso momento todo se vino abajo para Carlos Cortez: su trabajo, su único medio de llevar un plato de comida a su familia.
Pero varios “ángeles” aparecieron en su camino y empezaron a colaborar con él para que pueda volver a abrir su negocio.
Y así pudo hacerlo, sobre todo, por la colaboración desinteresada de estas generosas personas que le dieron el dinero para volver a comenzar.
Y ahora “Carlitos” no solo sonríe por esta nueva oportunidad sino que, además, busca sacarle una sonrisa a todos los que pasan por su carnicería porque “con humor todo es más llevadero”.
A continuación les compartimos la entrevista completa publicada en Infocaucete: