Mientras sigue la conmoción por el caso de la violación a una chica de 14 años en Miramar, otra adolescente denunció este jueves que fue abusada en grupo también durante la noche de Año Nuevo, en el barrio La Fortaleza de Villa Elisa. En la tarde de este jueves, tres hombres fueron demorados como sospechosos.
La víctima tiene 15 años y la denuncia fue radicada en la comisaría 12 de esa localidad bonaerense. La chica volvía de festejar fin de año en la casa de una amiga y asegurá que siete hombres, encapuchados, la llevaron a la fuerza en un descampado y abusaron sexualmente de ella. También que la golpearon. Ella se defendió con un palo y pudo escapar. Cerca de las 7.30 de la mañana, junto a su abuelo, realizó la denuncia.
La esquina que señala como el lugar del abuso es 419 y 5. La DDI está trabajando con el Gabinete de Abuso Sexual para contener a la víctima e Interviene la fiscalía 5 de turno a cargo de Juan Menucci.
El parte policial informa que el Comando Patrullas se dirigió “a las calles 419 y 5, donde se habría producido un supuesto abuso sexual”. Ahí la adolescente relató que a las 2.45 del 1° de enero, cuando se desplazaba “sola y a pie, por el lugar” fue “abordada por 7 (siete) masculinos, quienes la llevan a un descampado y abusan de la misma, sin acceso carnal”.
El medio local 0221.com.ar publicó que la víctima envió un mensaje por WhatsApp a sus amigos donde describió que “estaban la mayoría de campera negra encapuchados y sólo se le veían los ojos, pero por lo que parecía no eran todos adultos. Había uno que otro más como adolescente, dos vestían un short azul con rayas y los otros andaban con pantalones deportivos”.
Ernesto, el abuelo de la menor que denunció haber sido por un grupo de 7 personas encapuchadas, señaló que su nieta tiene algunas marcas en el cuello, “como chupones”, y que cuando la encontró tras el violento episodio “balbuceaba”.
En diálogo con C5N, el hombre explicó que los padres de la menor fallecieron y que por eso él está a cargo de ella y sus hermanos.
Sobre el ataque, además, explicó que su nieta le dijo que los atacantes llevaban el rostro cubierto, no hablaban y se comunicaban con señas. “No pudo reconocer a ninguno”, agregó.
El abuelo de la víctima también se mostró preocupado por una eventual “represalia” por parte de los agresores. “Temo que por ahí los larguen y se quieran tomar alguna venganza”, indicó.