Dentro de cada credo, culto o religión hay distintas fiestas o festividades que, por diversos motivos, son momentos de profunda alegría para la feligresía.
En el caso puntual de la Iglesia Católica uno de estos momentos es la ordenación de un diácono transitorio que, luego, será ordenado sacerdote.
Y, a su vez, dentro de estas ordenaciones algunas suelen tomar un valor especial cuando se trata de la primera ordenación.
Y este es el caso de Miguel Alberto Chirino Femenía que hoy, sábado 3 de octubre de 2020, se convirtió en el primer veinticinqueño en ser ordenado diácono y, más adelante, presbítero (sacerdote).
Miguel contó a EL SOL DE SAN JUAN cómo ha sido su proceso hasta llegar a este día dónde se convertirá en diácono.
La entrevista
¿Cómo surgió su vocación?
Mi vocación la asocio con toda mi historia más que con un momento puntual y siempre me atrajo la vida consagrada cómo una forma de vivir.
Si desde los 9 años que hice la primera comunión tengo conciencia de mi deseo de consagrarme a Dios cómo sacerdote.
Luego a los 14 años inicié un proceso de discernimiento vocacional que dejé y, luego, lo retomé a los 28 años.
Finalmente a los 30 entré al seminario y ahora, con 40 años, recibiré la ordenación diaconal.
¿Cómo fue la espera de la ordenación durante este año con la situación de pandemia?
Ha sido una espera muy prolongada porque 2 veces se postergó la ordenación por motivo de la pandemia: la primera fue el 25 de marzo porque unos días antes se decretó el aislamiento social obligatorio y luego en agosto cuando la provincia entera volvió a Fase 1.
Pero, a la vez, ha sido un tiempo de mucha oración y recogimiento para prepararme para recibir este gran don de la ordenación diaconal.
¿Es usted la primera vocación a la vida sacerdotal diocesana de 25 de Mayo?
Si soy la primera vocación oriunda de 25 de Mayo que llega hasta esta instancia de formación que es la ordenación diaconal.
Cabe destacar que los procesos vocacionales no fracasan nunca. Si llegan hasta dónde Dios o el candidato deciden llegar y que todos los procesos son validos más allá del punto al que se llegó.
¿Qué mensaje le daría a las personas que se plantean un discernimiento vocacional? En especial de 25 Mayo.
Sobre todas las cosas les diría a los jóvenes que no tengan miedo de plantearse su vocación y que todas las vocaciones son importantes.
Tanto a la vida consagrada como a la familiar a través del matrimonio e insisto: no tengan miedo de vivir de entregas la vida a Dios.
Mensaje final para la comunidad de Chimbas a la que servirá como diácono
Chimbas es el lugar en cual el Señor quiere que sirva desde marzo del año pasado y es una comunidad hermosa que ha sabido ganarse mi corazón.
Estoy muy agradecido con la gente de Chimbas porque me han acompañado en este último tramo de mi formación de una muy cercana y me han cuidado mucho.
Y le pediría a la comunidad chimbera que nunca cambien porque son gente maravillosa realmente que aprecian y cuidan mucho a los sacerdotes.