El sanjuanino que brilla en el país junto a Cuti y Roberto Carabajal

Javier Aravena vive en Buenos Aires, pero lleva a cada rincón del país a Caucete, su tierra. Es hijo de Zulema Cornejo y Mario Aravena, nieto de Justo Cornejo, conocido políticamente por enfrentar al General Videla en la época de la dictadura cuando visitó el departamento posterior al terremoto de 1977. Sobrino de grandes músicos, con 7 años empezó a salir a guitarreadas con su papá y sus tíos.

El tiempo pasó y ese niño se volvió un joven y el destino lo llevó a Buenos Aires y allí el folclore empezó a calar en su corazón y eso lo llevó a estudiar una Licenciatura en Folklore. Allí aprendió sobre danzas folklóricas y el uso de los instrumentos criollos en la parte de historia y culturas tradicionales. Siempre en cada trabajo universitario sus exposiciones eran sobre Caucete y sus historias, eso lo llevó a convertirse en un investigador del departamento y conocer más sobre la tierra donde nació.

Javier en Cosquín junto a Los Carbajal

En el año 2008 los padres de Javier vuelven a vivir a Caucete, pero él y sus hermanos decidieron quedarse en Buenos Aires a probar suerte, aunque siempre habían escapadas a Caucete. Sus padres vivían de la producción agrícola hasta que llegó la pandemia y su padre partió. Al perder a su papá su vida tuvo otro enfoque, mucho más duro, sentía que nada tenía sentido hasta que en una noche de peña por Buenos Aires tocaba Cuti Carabajal, lo conoció y entabló una buena relación con el músico. En ese momento Javier se encontraba sin trabajo y hacía viajes a través de la aplicación Uber.

Carabajal lo empezó a buscar para hacer viajes en Buenos Aires, hasta que un día le preguntó si se animaba a salir de gira con él. Luego, en el cumpleaños de la abuela de los Carabajal conoció a Roberto, y también se convirtió en su chofer. De manejar el auto pasó a ser el productor de las giras, de las peñas de ellos en Buenos Aires y organizar la vida del emblemático dúo.

Pero todavía faltaba un paso más, un día, en una prueba de sonido en Córdoba, el show estaba retrasado y Javier empezó a probar los instrumentos, esa noche Cuti tocaba la guitarra y Roberto el bombo. Cuando les avisó que todo estaba listo para que subieran, Roberto le dijo que no bajara del escenario y que se quedara tocando el bombo «me quedé tocando el bombo, me temblaba todo, y desde ahí que salgo con ellos y siempre que me presentan nombran a Caucete. Muchos no entienden como no soy santiagueño, pero bueno los cauceteros somos pocos, pero estamos en todos lados» asegura Javier a Infocaucete. Así es que el caucetero terminó siendo músico y productor de Cuti y Roberto Carabajal. «Lo que más disfruto es aprender de ellos, escuchar sus historias, pero cuando estoy en algún pueblo y veo a la gente me es imposible no acordarme de mi Caucete» asegura.

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