Un adolescente sanjuanino se encuentra internado en grave estado tras haber sido víctima de un brutal ataque en la zona de Guayaquil y Zapiola, en Villa Hipódromo, Rawson. El hecho ocurrió este sábado cerca de las 18 y tiene en vilo a toda una comunidad que clama por justicia y seguridad.
La víctima, un chico de tan solo 14 años de apellido Ferreyra, iba en bicicleta junto a su novia cuando fue interceptado por otro menor, conocido en el ambiente delictivo de la villa. Según relataron testigos, el agresor blandió un cuchillo y exigió que le entregaran la bicicleta. Primero amenazó a la chica, también de 14 años, pero al ver que se alejaba, arremetió directamente contra Ferreyra.
El primer cuchillazo impactó en la mochila que llevaba el joven cubriendo su abdomen. Sin embargo, la segunda puñalada fue al cuello, provocando una pérdida de sangre alarmante. Su novia comenzó a gritar desesperadamente, lo que alertó a los vecinos, quienes corrieron a asistirlos, apretaron la herida con lo que tenían a mano y lo trasladaron de urgencia en un auto hasta la Rotonda, desde donde fue derivado al Hospital Rawson.
La escena en Urgencias fue desgarradora. Mientras era recibido por los médicos, Ferreyra miró a su madre y le dijo: “Mamá, me voy a morir”. Vomitando sangre, fue ingresado de inmediato al quirófano, donde lograron salvarle la vida por muy poco. Según los médicos, el cuchillo “rozó la aorta y le perforó la tráquea”. Hoy permanece internado en Terapia Intensiva.
El atacante fue identificado por la propia víctima y por su novia. Es señalado como un delincuente habitual de la zona. Luego del ataque y tras viralizarse el caso, los vecinos manifestaron su indignación. “Nos han dicho que quieren cortar la calle o prender fuego algo. Si no fuera por ellos, mi sobrino estaría muerto”, contó un familiar.
Ferreyra no es solo un chico de 14 años: es un apasionado del deporte, que ya debutó en un equipo de futsal de primera. Su madre, con esfuerzo, le había comprado la bici hace unos meses para que pudiera ir solo a la escuela y los entrenamientos. Ahora, su futuro deportivo y su vida misma penden de un hilo.