Jubilados, los más afectados por los aumentos
Mientras los precios de los medicamentos aumentan, los jubilados enfrentan una situación crítica. En julio de 2024, la jubilación mínima se actualizó solo un 4,2%, insuficiente para cubrir el alza en los precios de los fármacos.
De acuerdo con CEPA, la pérdida del poder adquisitivo en las jubilaciones mínimas alcanzó el 35,2% entre noviembre de 2023 y julio de 2024, lo que agrava aún más la situación.
“El desfase entre el aumento de los medicamentos y las jubilaciones es abrumador“, señala el informe de CEPA. “Mientras los precios de los fármacos suben sin freno, las jubilaciones no logran seguir el ritmo, lo que deja a los adultos mayores en una situación de extrema vulnerabilidad.”
Qué ocurre con las exportaciones farmacéuticas
Curiosamente, mientras el mercado interno sufre, las exportaciones farmacéuticas argentinas han crecido. En julio de 2024, las exportaciones aumentaron un 8,5% en comparación con el mismo mes del año anterior, alcanzando un valor de 90,4 millones de dólares.
Este crecimiento, impulsado por la demanda de América Latina y Europa, refleja el fortalecimiento de los laboratorios locales en mercados internacionales.
Sin embargo, el consumo interno de medicamentos cayó un 26,4% en términos interanuales. La pérdida de poder adquisitivo y el encarecimiento de productos esenciales llevaron a muchos argentinos a reducir el gasto en tratamientos médicos.
La caída, en contraste con el aumento en las exportaciones, refleja una paradoja preocupante: mientras los laboratorios prosperan en el exterior, en casa, cada vez más personas se ven obligadas a elegir entre cuidar su salud o sobrevivir económicamente.
Automedicación, una problemática que también aumenta
En este contexto, la automedicación se ha convertido en una tendencia alarmante. Según estudios recientes, el 80% de los argentinos recurre a medicamentos sin prescripción, impulsados por la crisis económica y la publicidad de fármacos de venta libre.
Jóvenes de entre 16 y 29 años son los más propensos a automedicarse, confiando en el consejo de familiares y amigos en lugar de consultar a un médico. Este comportamiento no solo pone en riesgo la salud de los individuos, sino que también podría derivar en problemas de salud pública más graves en el futuro.