El Fondo Monetario Internacional volvió a impulsar una reforma jubilatoria con el objetivo de incrementar los años laborales y reducir el mínimo de los haberes percibidos por los ancianos. El organismo de crédito internacional lo comunicó desde Japón, a través del discurso de David Lipton, uno de los principales referentes de la entidad, y de un trabajo publicado en su sitio web.
“Los gobiernos pueden ayudar a sus ciudadanos estimulando el desarrollo de instrumentos del sector financiero a fin de fomentar el ahorro voluntario y adoptar políticas que alienten a las personas a prolongar su vida productiva. En los países de mercados emergentes y de bajo ingreso, también podrían fomentar más el trabajo en el sector formal”, indica el trabajo. El régimen de AFJP que se creó y se estimuló durante la década de 1990 es un ejemplo de los instrumentos financieros que promueve el Fondo.
En otro apartado propone “un aumento gradual de la edad de jubilación del promedio actual de 63 años a 68 años para 2050, momento en el cual también se proyecta que la esperanza de vida habrá aumentado en unos tres años. Segunda, ahorrar un 6% adicional de los ingresos todos los años”.
La principal preocupación del FMI es reducir el déficit del ahorro nacional, en este contexto la entidad comprende que los sistemas de jubilaciones públicos implican un fuerte gasto para el Estado.