Los precios de los combustibles subirían desde mañana a la 0 hora por lo menos hasta un 3% debido a la actualización de los impuestos que gravan a naftas y gasoil, según la resolución que la AFIP envió ayer a las empresas refinadoras. En el caso de las naftas, los gravámenes pasan de $9,448 a $10,544, y para el gasoil van desde $9,089 a $10,144, con un ajuste del 11,6% que considera el índice de precios al consumidor del último trimestre del 2018.
Cada tres meses, se actualizan dos gravámenes sobre las naftas y el gasoil a la par de la inflación: el impuesto al dióxido de carbono (IDC) y el impuesto sobre los combustibles líquidos (ICL). Y, cada trimestre, se renueva la presión del peso de los tributos sobre los combustibles.
Es por eso que, a partir viernes se dará el nuevo incremento, que será de 11,6%. Pero su impacto sobre los precios de los combustibles será de aproximadamente entre 2,5% y 3% para las naftas y 1,7% para el gasoil. Sin embargo, las petroleras aún no anunciaron si trasladarán esa suba a los surtidores o, como sucedió en diciembre con ese mismo aumento, lo absorberán, señala Calrín.
Algunas de las petroleras ven con probabilidad un alza de las naftas y el gasoil en marzo. Es que, además de la suba de impuestos, luego del último incremento de febrero, también avanzó el dólar y el precio del crudo. Según las cuentas que hacen las empresas, hoy el barril de crudo cuesta, en pesos, 8% más que en febrero, cuando fue el último aumento, advierte el matutino.
Los combustibles vienen subiendo todos los meses, salvo en enero que excepcionalmente retrocedieron entre 1 y 3 %, según la marca. En febrero, avanzaron de 1,6 a 2%. Durante todo el 2018, habían saltado más de 75%.
La crisis y la permanente suba de los precios hizo que en enero la venta de combustible volviera a caer. Retrocedió 3,6% en enero con relación al mismo mes de 2018. Fue la quinta baja consecutivo del sector, resalta Clarín.
Como venía ocurriendo desde el año pasado, el incremento del consumo de nafta súper no logra compensar la caída que vienen registrando los combustibles premium, que en enero pasado fue de 26%. La migración de parte de la demanda hacia un tipo de consumo de menor calidad y precio, fue una característica de 2018.