El gobierno de Mauricio Macri anunció este viernes que el Mercosur y la Unión Europea alcanzaron un acuerdo para convertirse en “socios estratégicos”.
El acuerdo de libre comercio que se negociaba hacía más de 20 años fue posible gracias a la llegada de Macri y de Michel Temer y Jair Bolsonaro a los gobiernos de la Argentina y Brasil desde donde levantaron la gran mayoría de la condiciones que pretendía imponer el bloque sudamericano.
El Observatorio de Coyuntura Internacional y Política Exterior realizó un breve repaso de todas las concesiones que hizo el Mercosur en favor de las demandas de la UE desde 2015.
* En primer lugar, el Mercosur aceptó liberalizar el 90% de su comercio bilateral con la Unión Europea. También aceptó remover aranceles para Todas las autopartes procedentes de la UE, las que pasarán a desgravarse de manera lineal en 15 años.
* En el caso de los vehículos terminados, la desgravación también es a 15 años,pero con un período de carencia de 7 años, lo cual será compensado con una cuota anual para el ingreso de 50.000 unidades procedentes de la UE.
* La Unión Europea demandó la extensión de plazos de protección y exclusividad sobre los datos de prueba de los medicamentos. Estas medidas aumentan el precio de los fármacos y retrasan la aparición de genéricos.
* En materia de compras públicas, la UE demandó acceso a mercado a los proveedores europeos a través del principio de Trato Nacional. Esto implica que se abrirá la posibilidad para que empresas europeas participen de la construcción de rutas, líneas ferroviarias y puertos, y les permitirá adjudicarse contratos para la provisión de equipamiento al Estado en las mismas condiciones que sus pares locales.
* La UE demandó criterios flexibles que le permitan la utilización de insumos de terceros países (principalmente de Asia) en sectores que son muy sensibles a la liberalización como textil, químico, siderúrgico y calzado. Esto permite que, una vez ingresada la mercadería a la eurozona, las empresas lleven adelante procesos mínimos de terminación para luego certificar que se trata de un producto europeo y entrar sin arancel al Mercosur.
* La UE demandó acceso y trato no discriminatorio para los buques de navieras europeas en operaciones que actualmente están permitidas exclusivamente a embarcaciones del Mercosur. Entre ellas, se destacan el transporte binacional de carga y pasajeros, “feedering” (carga de containers desde un puerto internacional a puertos del Mercosur), transporte multimodal (cuando se agrega un tramo por tierra al transporte marítimo) y servicios portuarios auxiliares.
* La UE exigió el fin de los Requisitos de Desempeño (RD) en lo referido a bienes, servicios e inversiones. Los RD permiten conectar la inversión con el desarrollo, al exigir, entre otras cosas: un porcentaje de contenido nacional en las exportaciones y un porcentaje de compras de insumos en el país. En el caso de la Argentina, esto sería lisa y llanamente incompatible con la vigencia de la Ley de Software, Ley de Autopartes y el programa de Energías Renovables, por mencionar algunos. Esto llevaría, entre otras cosas, a dar por tierra con las cadenas de proveedores locales de empresas como YPF o Areolíneas Argentinas, que deberían permitirles a firmas europeas ser parte en licitaciones y contratos en igualdad de condiciones.
Todas estas concesiones y demandas impuestas por la Unión Europea nunca fueron puestas en conocimiento del Congreso, los sindicatos, las PYME y las organizaciones de la sociedad civil.