An San, ganadora de tres oros en tiro con arco, sufrió ataques misóginos por llevar el pelo corto y revolucionó su país: miles la copian.
Con tan solo 20 años, la surcoreana An San revolucionó los Juegos Olímpicos. Se llevó todos los focos por sus tres medallas de oro, algo que jamás había ocurrido en la historia del tiro con arco, e impuso un nuevo récord olímpico, pero su corte de pelo hizo que recibiera fuertes críticas misóginas desde su país, donde la tildan de “feminista”. Sin embargo, miles de chicas pasaron por la peluquería para bancarla.
“Porque es cómodo”, fue la respuesta de An San cuando le preguntaron por su pelo corto. Un argumento sencillo y comprensible. Más aún para una deportista cuya disciplina requiere de una perfecta postura durante el pre tensado, el anclaje, la toma de puntería y el disparo, en donde el pelo largo puede interferir y afectar la continuidad y fluidez del tiro.
Sin embargo, en Corea del Sur, esto generó una controversia inimaginada por el mundo occidental. En un país en el que la lucha de las mujeres por la igualdad de derechos empieza a tomar fuerza hace muy pocos años, el corte de pelo de San fue considerado como una conducta radical, feminista, y por lo tanto condenable por una mayoría de hombres, quienes hicieron saber su malestar a través de las redes sociales. Incluso exigiendo a la Asociación de Tiro con Arco de Corea que le quite las medallas.