Con el “abuelo” Scola como abanderado (mejor jugador de la semifinal con 28 puntos y 2 asistencias) y la motivación de ver a “Manu” Ginóbili entre el público, el combinado nacional de básquetbol le ganó 80 – 66 a la Selección de Francia.
El sueño está cada vez más cerca de cumplirse: 17 años más tarde y con la misma ilusión de aquella final del 2002, el domingo a las 9hs la Selección Argentina jugará nuevamente una final buscando ganar su primer título mundial en la historia frente a España.