Brillante charla futbolera en la cumbre de entrenadores que organizó la Conmebol en Asunción. Después de la presentación del presidente Alejandro Domínguez, llegó la hora se hablar de fútbol. Con una pantalla gigante al frente y una mesa todose sentados en U, autoridades en la cabeceras y entrenadores a los dos costados, el primero que habló del juego fue nada menos que Gustavo Alfaro, de Boca. Está claro que chapa no le falta. El pie se lo dio Nery Pumpido, quien con Pacho Maturana y Faryd Mondragón presentó un informe sobre la Libertadores pasada. Y ahí se terminó dando la coincidencia conceptual de Alfaro con Gallardo, quien la siguió hablando micrófono en mano. “Más allá de sistemas tácticos, hubo mucha riqueza estratégica. Había estrategias distintas en un mismo partido y eso es lo rico. La estrategia es buscar el arco rival y tratar también de neutralizar. Los que llegaron lejos no lo hicieron siempre de la misma manera sino que fueron mutando. Tiene que haber un desorden ordenado. Hay que dotar a los jugadores de herramientas para que puedan decidir. Los equipos más ricos cambiaron en las eventualidades, modificaron cosas en un mismo partido y ahí está la clave del resultado detrás de una búsqueda. He visto en la copa pasada mucha riqueza táctica y estratégica, me gustó que hubo equipos que fueron cambiando en un mismo juego, por lo que pedía la situación”.
Enseguida, en medio del silencio y el respeto por la palabra del otro, Gallardo tomó la posta como último campeón. Primero recibió un aplauso de sus colegas, agradeció con humildad haber sido invitado por la Conmebol, hasta diciendo que estaba para aprender al sentirse uno de los que “recién empezamos”. El Muñeco se refirió a una imagen que estaba en la pantalla con el dibujo preferido de cada equipo en la Libertadores 2018. Uno de River era el 4-3-1-2 y ahí Gallardo dijo que no le gusta ver el fútbol de ese manera: “Hablar de sistemas… Yo no suelo basarme en los dibujos y no lo veo de esa manera. Pienso en la flexibilidad. Me incomoda, veo mi equipo y ese 4-3–1-2 no me identifica y no por jugar de esa manera, porque es todo flexibilidad. Los jugadores tienen las libertades de hacer un juego flexible. Que se sientan identificados en cuanto a búsquedas. Coincido con Gustavo (Alfaro) en que se vio una calidad de estrategia de muchos equipos, de acomodarse a diferentes situaciones de partidos. Y es lo que más he aprendido, tener una característica clara de que los sistemas no son nada rígidos. Y en la flexibilidad se desarrolla el conocimiento. Y se evoluciona. Somos competidores y se evoluciona. Cada vez es más dura la competencia y los entrenadores tenemos que tratar de, con las herramientas que tenemos, darles a los jugadores la información más específicamente posible para que se desempeñen de una manera natural”.
Fuente: Olé