“Doing a Leeds”. La frase es tan popular que figura en Wikipedia. Nació cuando el Leeds se endeudó gastando millones para clasificarse a copas europeas y terminó quebrado y descendido en 2007 a la Tercera división. “Haciendo un Leeds” (Doing a Leeds) se usa desde entonces en el fútbol inglés como sinónimo de cosas que no terminan bien. La frase la repiten hoy hinchas rivales tras la última doble derrota que dejó al Leeds casi sin chance de ascenso directo. Hinchas que hoy se ríen de la Rapsodia Bohemia dedicada a Marcelo Bielsa cuando Leeds arrasaba. Cuando nadie creía que el ascenso a la Premier League , como sucede ahora, podría depender del playoff y con el equipo golpeado. “Is this the real life? -se burlan los hinchas rivales cantando a Queen- Is this just fantasy?” (¿Es esto la vida real? ¿Esto es fantasía?).
Leeds lleva 15 años en el descenso. Sólo una vez (2006) llegó al playoff. Y terminó 13° la última temporada. “Ascienda o no, Bielsa ya es un éxito”, escribió Nick Miller hace diez días en The Guardian. El técnico argentino, dice Miller, ha logrado que los hinchas se reconcilien con el equipo, llenen estadios visitantes, y que padres con hijos vuelvan juntos a Elland Road. El informe celebra la Rapsodia de Bielsa y al actor de Game of Thrones que invitó a cantar “In Bielsa we trust” (Confiamos en Bielsa) en un popular show de TV de Estados Unidos. Bielsa, dice Miller, cambió largos años de “doing a Leeds”. De dueños acusados de fraude, técnicos despedidos, estrellas que emigran, un fiasco tras otro. Y Bielsa, ante todo, desmintió aquello de que a los hinchas sólo les interesa ganar. Porque los hinchas, según Miller, quieren ante todo “sentir orgullo de ser parte de un equipo” que esté a la altura de su lealtad. Por supuesto que hay hinchas enojados, que no entienden por qué el equipo cayó tanto (diez derrotas en cuatro meses). Pero el temor principal, dicen muchos, no es perder el ascenso, sino perder a Bielsa.
La ciudad se enamoró del rosarino, escribió en diciembre pasado Anthony Clavane. Acaso porque Bielsa, dijo el escritor, es lo opuesto a Billy Liar (Billy el embustero), el personaje vago e irresponsable, que vive soñando grandezas, una popular novela que cumple 60 años y es considerada “El libro de Leeds”. En una ciudad dividida por el Brexit, dijo Clavane, el Leeds de Bielsa “es nuestro punto común”. Por su mentalidad, actitud y amor por el juego. Porque, en el año del centenario del club, está en serio “Haciendo un Leeds”. Porque hay riqueza conceptual y humildad en sus conferencias de prensa. Y porque, más allá del incidente del espionaje a equipos rivales, que causó más risas que indignación, Bielsa, dice Clavane, tiene seguidores en todo el mundo y el club revierte así el apodo antipático de “Sucio Leeds”, vinculado paradójicamente al momento más glorioso del equipo.
Sucedió durante la campaña de 13 años del DT Don Revie, la más exitosa en la historia del club (lo llevó desde la Tercera al bicampeonato de la Liga), pero con un fútbol utilitarista y sospechado de favores arbitrales. Revie partió a la selección inglesa. En su lugar llegó Brian Clough, de estilo opuesto, juego de posesión y ataque que coronó campeón al pequeño Derby County. En su primera práctica, Clough, joven y arrogante, pidió a los jugadores de Leeds que tiraran “a la basura” todas las medallas conquistadas con Revie, “porque las ganaron robando”. “Y una última cosa -ordenó Clough a esos jugadores que eran campeones flamantes de la Liga inglesa- no quiero escuchar el p… nombre de Revie nunca jamás. El que lo haga pasará la semana entera entrenando con los juveniles”. Fue un escándalo. Clough fue echado a los 44 días. Una victoria en ocho partidos. La historia se convirtió en libro y cine.
“Maldito (Leeds) United” (Damned United) es considerada por The Times como “probablemente la mejor novela jamás escrita sobre el deporte”. Novela porque David Peace, su autor, eligió escribir de Clough en primera persona. Contar obsesiones, narcisismos, traiciones y dramas de la vida real de Clough, pero en plano íntimo, difíciles de contrastar, especialmente por jugadores del Leeds acusados de hacerle la cama al DT y que iniciaron juicio contra Peace. El libro cuenta en 44 capítulos cada uno de los días de Clough como DT del Leeds.
El relato es genial, adictivo. Como la película de 2009 que interpretó Michael Sheen (Tony Blair en The Queen), notable para retratar a un Clough en eterna demanda de reconocimiento, que fracasó en Leeds, pero que sigue siendo considerado (murió en 2004) uno de los mejores técnicos en la historia del fútbol inglés, pues ganó luego otra Liga y siete títulos más con Nottingham Forest. “Me quieren por lo que soy, me odian por lo que soy”, graficó Clough, un socialista que apoyaba a los mineros en huelga.
“¿Seguro que no quieren que repita despacito?”, se burló una vez de los periodistas. Ahora es tiempo de Bielsa. “Hay método en su locura”, afirma el escritor Clavane. Y Peter Emmerson, vicepresidente de los hinchas, avisa que la lucha por el ascenso sigue. Porque luchar hasta el final, afirma, es una de las principales enseñanzas de Bielsa. Otro hincha fotografió ayer una pintada en la pared: “United we stand” (Permanecemos unidos).