Thomas estaba tan convencido de lo que decía que el resto de sus compañeros se empezó a burlar de él. Simplemente era una locura que el tío de un niño de 7 años pudiera ser Superman. La profesora tampoco creyó las palabras del pequeño y trató de explicarle que el súper héroe no existe, que es un personaje de la TV y el cine. Pero él estaba demasiado seguro de lo que decía.
El niño británico se mostró totalmente frustrado cuando regresó a casa porque los niños se habían reído de sus dichos. Todo había ocurrido durante una actividad en la que debían contar detalles de sus familias y él se había ilusionado con ganarse una ovación de sus amigos por ser sobrino de Superman. Pero sucedió exactamente lo contrario.
Es más ante la insistencia del pequeño, sus profesores llegaron a castigarlo y a llamar a sus padres, para informarles de lo sucedido y pedirles que Thomas dejara de decir mentiras. Sin embargo, con lo que no contaban era que la madre del pequeño confirmara su historia cuando fue a buscarle al final del día: sí, el niño era sobrino de Superman, dijo la mujer.