Luego de que el ex intendente de Caucete fuera vinculado a un grave caso que investiga la justicia penal, en el que una joven denunció a su padre de someterla sexualmente y prostituirla para conseguir favores políticos, Julián Gil se defendió de las sospechas que pesan sobre sus hombros.
El miércoles por la noche, Tiempo de San Juan dio a conocer -en exclusiva- que el juez que instruye la causa citó a declaración indagatoria al ex funcionario público, al igual que a Silvio Ibáñez y Emilio Mendoza (h), en calidad de imputados en el escabroso caso por presunto delitos sexuales. La misma víctima los señaló como los supuestos “clientes” a los que su padre entregaba.
Gil dialogó con este medio y, aunque admitió que todavía no fue notificado formalmente de la citación, descartó de plano que tal presunción fuera verdadera. En su discurso, admitió que sí conoce a la presunta víctima y confesó que con ella mantuvo una relación personal cercana, pero negó que su vínculo se haya dado cuando la joven era menor de edad.
“La conocí de vista en un acto de cuando era intendente, pero la primera vez que salimos fue para su cumpleaños de 18. Fuimos a tomar algo para celebrar, estuvimos en un café de Capital y tengo registro de eso, por eso estoy tranquilo, porque nunca estuve con una menor”, manifestó y destacó: “Éramos amigos. Si pasó algo con ella o no, entraríamos en una cuestión personal porque ya era mayor de edad”.
Para Gil, esto es una nueva maniobra de su acérrimo rival D.O, el padre de la denunciante que fue procesado con prisión preventiva por los delitos de abuso sexual con acceso carnal, promoción de la prostitución infantil y promoción a la corrupción de menores, todo esto agravado por el vínculo.
Hasta el sorprendente llamado del juez Guillermo Adárvez (que subroga el Primer Juzgado de Instrucción), el padre era el único acusado porque la chica, en principio, no quería revelar los nombres de esos supuestos “clientes” que la utilizaban como objeto sexual. Sin embargo, a partir de una serie de medidas que pidió la misma defensa del imputado y el fiscal Renato Roca -además de una nueva declaración de la víctima, se conocieron las identidades de esas personas.
Según fuentes judiciales, la joven señaló directamente al ex intendente Julián Gil, al puntero político y también ex presidiario Silvio Ibáñez y a Emilio Mendoza Mereles, hijo del viejo dirigente y ex intendente Emilio Mendoza, como tres de las hombres que estuvieron con ella. Aseguró que su padre la obligó a tener sexo con ellos a cambio recibir favores económicos o hacer negocios.
“Con ella fuimos muy cercanos pero el vínculo no siguió en el tiempo”, aclaró y explicó que cuando estalló el caso, directamente, la joven no podía mirarlo a los ojos por vergüenza por lo que su padre le había hecho. “No he hablado con ella, perdimos el contacto. Pero sabíamos que esto en algún momento iba a saltar, porque a su padre no le gustaba que ella se relacionara conmigo”, dijo.
Gil ya había sido denunciado a principio de junio por otra hija menor del detenido. La jovencita dijo que el ex jefe comunal la manoseó. El caso fue investigado por el juez Benedicto Correa, del Quinto Juzgado de Instrucción, quien la semana pasada desestimó la demanda y archivó la causa por falta de pruebas para imputarle algún delito. En esa oportunidad, Gil culpó al padre preso por diagramar tal acusación, que finalmente quedó en la nada.
Ahora, el panorama resulta un tanto más complejo para el político, del mismo modo que para Mendoza e Ibáñez, ya que el magistrado tiene serias sospechas sobre ellos. Es que bien podrían haber sido citados en calidad de testigos o informantes, pero por el contrario, el llamado fue como imputados.
“Esto se va a diluir como pasó con la denuncia anterior. Es todo mentira, es para seguir manchando mi nombre por resentimientos de esta persona que está detenida. Tengo pruebas que me respaldan, como los chats de WhatsApp con ella que certifican las fechas, y las presentaré cuando sea necesario”, cerró.
Fuente: Tiempo de San Juan