La ciudad de Lehi, en Estados Unidos, no sale de la conmoción tras la muerte accidental de un nene de 8 años. El menor se disparó en la cabeza sin querer con el arma de su madre, que estaba guardada debajo del asiento del auto.
El horror ocurrió el lunes minutos antes de las 20 en la playa de una estación de servicio. El niño había quedado solo dentro del vehículo mientras la mujer hacía compras en el minishop. Un testigo precisó al medio local KSL TV que escuchó a la mamá empezar a gritar: “Se disparó, se disparó, se disparó”. “Encontró el arma debajo de mi asiento y apretó el gatillo. Fue un accidente total”, relató que expresaba la mujer desesperada.
De acuerdo a lo que informó la Policía, se trató de un disparo “involuntario y autoinfligido”. Tras el balazo, el menor fue trasladado en helicóptero al Hospital Infantil Primario de Salt Lake para ser atendido por los médicos pero murió horas después.