Los indígenas de una tribu de la isla indonesia de Buton son la población en la que con mayor frecuencia se da el síndrome de Waardenburg. Entre sus manifestaciones está la pigmentación de los ojos, que les da un color excepcionalmente azul con un brillo especialmente profundo.
Dicha pigmentación se ve incluso más impresionante en los integrantes de esta tribu, puesto que tienen una piel oscura, el pelo negro y como regla general ojos de colores oscuros. Esta mutación hereditaria suele darse en una persona de 42.000 en una población normal, pero puesto que muchos de los miembros de esta tribu pertenecen a la misma familia, es especialmente frecuente entre ellos.
Esta tribu, así como la condición que padecen, se hicieron más conocidas gracias al trabajo de Korchnoi Pasaribu, un fotógrafo que publicó las instantáneas de estas personas en su cuenta de Instagram.
Pasaribu estuvo en aquella región a mediados del mes de septiembre y tuvo la oportunidad de hacer fotos de esta tribu en sus vestimentas tradicionales, con un gran énfasis en sus peculiares ojos.
A pesar de que la pigmentación de los ojos es el rasgo más evidente en las personas que tienen el síndrome de Waardenburg, este se caracteriza por más síntomas. Así, la pigmentación también puede presentarse en la piel en forma de manchas, estas personas pueden sufrir distintos grados de sordera y una forma de ojos cambiada, conocida como telecanthus.
De hecho, en algunas de las imágenes compartidas por Pasaribu se pueden apreciar los casos de telecanthus, donde las esquinas interiores de los ojos están más apartadas entre sí, mientras que la ubicación de las pupilas de los ojos no cambia.
Por desgracia, la severidad de los síntomas puede ir más lejos que la sordera: pueden producirse deformaciones de las extremidades, contracciones permanentes de los dedos y disfunciones intestinales. Además, en los casos más extremos pueden darse síntomas de deficiencias en el sistema nervioso central, que se manifiestan en retrasos en el desarrollo y anomalías en el tono muscular.
A pesar de que las primeras descripciones de este síndrome se hicieron ya en la primera mitad del siglo XX, se le dio el nombre del oftalmólogo y genetista neerlandes Petrus Johannes Waardenburg, quien lo describió por primera vez en 1951.