La Justicia brasileña condenó este miércoles al ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva a 12 años y 11 meses de cárcel en otro caso por delitos de corrupción y lavado de dinero, informaron fuentes judiciales. Se trata de otra investigación en el marco del gran operativo Lava Jato, en el que es sospechoso de haber recibido sobornos en el marco de una reforma en una quinta en el estado de San Pablo.
La sentencia de la jueza sustituta Gabriela Hardt, de primera instancia, es la segunda que condena a Lula en la operación Lava Jato en el estado de Paraná. Este fallo puede ser apelado, según informó el sitio G1 de la cadena Globo. Otras 12 personas fueron denunciadas en este proceso, entre ellos Marcelo y Emilio Odebrecht, de la constructora que lleva su apellido, y Leo Pinheiro, de la empresa OAS.
La magistrada estimó en su sentencia que “la culpabilidad (de Lula) es elevada”, pues “recibió ventajas indebidas en función de su cargo de presidente de la República, de quien se exige un comportamiento ejemplar”.
La noticia, con un retrato de Lula, fue tuiteada por el presidente de ultraderecha Jair Bolsonaro, quien durante la campaña prometió que, de ser electo, el exlíder sindical iba a “pudrirse en prisión”.
El ex presidente, líder del Partido de los Trabajadores, está preso en Curitiba desde abril de 2018, cumpliendo una pena de 12 años y un mes, decidida por un Tribunal Regional Federal de segunda instancia. Fue condenado por recibir un departamento en la localidad costera de Guarujá, en San Pablo, como soborno por parte de una constructora, a cambio de ser beneficiada en una obra pública. Por esa condena, Lula quedó inhabilitado para presentarse a las elecciones presidenciales de octubre pasado.