Según informa el sitio local “Sin Chew Daily”, todos los días la mujer se sentaba junto al pequeño e intentaba repasar lo que había aprendido en el colegio. Una noche lo hizo, pero todo terminó de una forma muy diferente.
Después de pasar un buen rato intentando que su hijo entendiera un problema matemático la mujer se desesperó y se alteró hasta que comenzó a sentir falta de aire.
“Empecé a enojarme y me dieron ganas de explotar. De repente, me sentí nerviosa y sin aliento. Llamé rápidamente a mi esposo y le pedí que me llevara al hospital ”, dijo la madre.
Según su médico, Wang tuvo un infarto de miocardio y agregó que si hubiera sido atendida más tarde, podría haber fallecido. Ahora se encuentra fuera de riesgo vital.