Los huesos de este simio que vivió hace 11,6 millones de años no eran como los de ninguna criatura viviente. Y su hallazgo cuestiona las teorías actuales de cómo evolucionó el bipedismo, la capacidad de caminar en forma erguida que es una de las características clave de la especie humana.
Los que los científicos hallaron en capas de suelo arcilloso en la región de Allgäu en Bavaria, Alemania, son los primeros fósiles de un simio erguido.
El Danuvius guggenmosi tenía brazos similares a los de un bonobo, pero sus piernas eran similares a las de los antepasados humanos.
Danuvius podía colgarse de los árboles, pero sus extremidades posteriores se mantenían rectas y podrían haber sido usadas para caminar.
Los investigadores hallaron huesos de cuatro fósiles: un macho y dos hembras adultos, y un juvenil. Los fósiles fueron desenterrados entre 2015 y 2018, pero su importancia sólo fue explicada en un nuevo estudio en la revista Nature.
“El hallazgo en el sur de Alemania es un hito en la paleoantropología, porque plantea interrogantes sobre las teorías aceptadas en materia de la evolución de los grandes simios y los humanos”, afirmó Madelaine Böhme, investigadora del departamento de geociencia de la Universidad de Tubinga en Alemania y autora principal del estudio.