Venezuela: disparos y pedradas afuera del Parlamento

CARACAS.- El Palacio Federal Legislativo amaneció tomado otra vez por el chavismo, que ha desplegado en el exterior y en su interior a varias dotaciones de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB). La tensión se elevó antes del mediodía, cuando los colectivos (paramilitares revolucionarios) desplegados alrededor del edificio atacaron con disparos y piedras a los opositores, impidiendo así la sesión encabezada por Juan Guaidó.

La Asamblea Nacional (AN) tenía previsto hoy recibir a un grupo de maestros venezolanos en su día. La oposición envió primero a una comisión de parlamentarios mientras el grueso de los diputados, con Guaidó a la cabeza, esperaban en la sede de Acción Democrática. “Hoy se revelan como lo que son, una dictadura que secuestró el Palacio Federal”, denunció el presidente de la AN.

l llegar a la sede legislativa, colectivos atacaron a la comisión, lanzando piedras, tiros y golpeando el vehículo en el que se encontraban los vicepresidentes Juan Pablo Guanipa y Carlos Berrizbeitia. “¡Disparan contra nosotros!”, denunció la diputada Delsa Solórzano.

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Ante la imposibilidad de sesionar en un Palacio Federal tomado por militares y colectivos Guaidó convoca a los diputados a sesión en el Anfiteatro de El Hatillo, en el este de la ciudad.

Diosdado Cabello, jefe del ala dura del chavismo y presidente de la Asamblea Constituyente, adelantó ayer durante el discurso anual de la Memoria y Cuenta presidencial que desde hoy los miembros de este órgano bolivariano despacharán todos los días, en su “uso permanente para debatir temas de interés”.

Después de dos años y medio, la Constituyente todavía no ha hecho público ni un solo artículo de la supuesta constitución que están confeccionando, la prueba evidente de que su único objetivo es arrebatar las funciones legislativas a la AN. Después de que la semana pasada los diputados “traidores” comprados por millonarios boliburgueses salieran corriendo ante el empuje de Guaidó y sus diputados, la revolución se ha encargado directamente de bloquear cualquier acceso al Parlamento. Nada se sabe tampoco del fraudulento presidente Luis Parra, que no ha ordenado sesión para hoy.

El propio Nicolás Maduro eligió la Constituyente para realizar ayer el repaso a lo acontecido en 2019, durante el cual aprovechó para apelar al “diálogo”, pese a que fue su gobierno quien rompió las negociaciones con Noruega como mediadora para imponer una mesa con grupúsculos opositores. Un puño cerrado más que una mano tendida, ya que Maduro volvió a amenazar a quien “atente” contra la república, que “recibirá castigo” y se encontrará “de frente contra los fusiles de nuestra Fuerza Armada Nacional Bolivariana”.

El bloqueo de la sede parlamentaria obligó a los diputados opositores a sesionar en otro lugar, como ya ocurrió el 5 de enero. Una de las ideas era acudir a la Catedral, tras celebrarse ayer en Barquisimeto la tradicional procesión de la Divina Pastora, uno de los acontecimientos multitudinarios en el país. Durante el acto religioso, la Iglesia Católica criticó sin ambages el golpe parlamentario del chavismo y a sus nuevos aliados, “mercaderes de la política, vendidos por cuatro monedas que han decidido servilmente ponerse a disposición de quienes son los principales causantes de toda esta tragedia que vive el pueblo venezolano y atentando contra la integridad del único poder público legítimamente constituido en Venezuela”, subrayó monseñor Víctor Hugo Basabe, obispo de San Felipe.

“Sólo se mantienen en el poder político por la fuerza de unas armas que a pesar de que un día bajo juramente se empuñaron con la promesa de defender al país entero y sus ciudadanos hoy políticamente parcializadas son cobardemente volcadas contra el mismo pueblo cuando este clama por sus derechos y justicias”, añadió el miembro de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), quien ya durante el fin de semana quisieron robar una fotografía con los obispos, protegidos por su pequeño ejército de hombres armados tras llegar al la sede de la CEV con una flota de vehículos último modelo.

Fuente: La Nación

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