El electo gobernador de Córdoba, Martin Llaryora, reclamó con fuerza y euforia por más federalismo, aunque su frase más resonante en los medios del país fue sobre los “pituquitos de Recoleta”, haciendo referencia a los líderes de Juntos por el Cambio que estaban en la provincia esperando el triunfo que no fue. Creo que el discurso completo va más allá de una alusión a un sector político, es sobre el histórico enfrentamiento entre federales y unitarios, el centralismo porteño y la falta de equidad en la distribución de los recursos.
El pasado domingo 23 de julio se realizaron las elecciones municipales de la capital cordobesa, donde es actual intendente el electo gobernador de Córdoba. Daniel Passerini ganó las elecciones y será el próximo intendente y sucesor de Llayora. Venció a Rodrigo de Loredo, el candidato de Juntos por el Cambio, quien recibió el apoyo hasta del mismo Mauricio Macri y viajaron en aviones privados Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich para el festejo que no se dio.
En medio de la euforia por el triunfo de Passerini, Llaryora lanzó un contundente mensaje, que parecía dirigido a Juntos por el Cambio, pero va más allá. El electo gobernador dijo “Hasta cuándo nos van a explicar cómo se gobierna bien, cuando todos los recursos son del interior de la Patria, ¡devuélvannos la guita de las retenciones! No se puede subsidiar al distrito más rico de la Argentina; en el gas, en la luz, en los colectivos. ¡No producen nada! Es la Argentina la que produce el petróleo, la que produce la minería, la que produce el campo. Empiecen a generar una política más justa para mantener unido al país, algún día si no, nosotros vamos a ir por la nuestra. Estamos cansados de años y años de este pensamiento unitario que hace cada día más pobre a la Argentina. No es verdad que la única opción es que sean presidentes de Capital Federal o el AMBA, ¡El interior tiene sus líderes! Argentina no nació para estar de rodillas, Argentina nació para ser un país grande, fuerte y federal”.
Aunque el discurso de Llaryora brindó un apoyo directo al actual gobernador cordobés, Juan Schiaretti, quien es candidato a presidente por el espacio Hacemos por nuestro país, junto a Florencio Randazzo, dejó muchas cosas más para reflexionar. Es conocido que en la historia de nuestro país hubo cinco guerras civiles, por el enfrentamiento entre los unitarios y federales, entre quienes eran de las provincias del “interior”, con caudillos y comandantes, pero no es el fin centrar este análisis en una revisión histórica, sino en dos aspectos más actuales: los recursos y los liderazgos.
Llaryora planteó la discusión de los recursos, que otros líderes vienen sosteniendo desde hace tiempo. Los subsidios a Capital Federal y Buenos Aires, siempre fueron muy disímiles que los del resto de las provincias y la asimetría en cuanto al precio de los consumos varía en todo el país, pero siempre fue más beneficiado el centro del país, que las provincias del interior. Recién este año hubo correcciones en los valores de consumo de energía eléctrica y gas, comparativamente entre las provincias y Buenos Aires. Edenor y Edesur, que son reguladas por el Estado Nacional, estaban muy lejos del resto del país hasta este año y tenían las tarifas más bajas de la Argentina. Lo del transporte continúa igual. Parece ser que el interior no produce lo mismo que la Ciudad Autónoma de Buenos Aires o que lo que produce no tiene el mismo valor. Una Argentina federal debe ser igualitaria en todos los aspectos, como sí lo son los impuestos. La igualdad es el único camino para que el país crezca.
Los liderazgos del interior nunca están en la vidriera, los medios masivos solo muestran Capital Federal y Buenos Aires. Las provincias tienen protagonismos cuando las noticias cumplen con las condiciones de ser un hecho horrendo, morboso o corrupto, aunque en lo último hay excepciones. Siempre las discusiones se dan entre líderes porteños, muchos de esos protagonismos llevan años, cambian de color político, de color de cabello, pero siempre son los mismos. Pocos hombres y mujeres del interior pueden protagonizar las discusiones en los estudios televisivos, como si solo importara la opinión de los porteños.
¿Pasa lo mismo en San Juan?
En las provincias la construcción de los liderazgos es distinta; muchos líderes del interior del interior llegaron a la gobernación, en San Juan el actual gobernador, Sergio Uñac, es oriundo y hasta fue intendente de Pocito y su antecesor, José Luis Gioja, nació en Jáchal, luego vivió en Rawson y llegó a la gobernación.
El problema no se sitúa en las provincias en el centralismo capitalino, es más el recambio generacional el que queda excluido. A los líderes jóvenes les cuesta cada vez más imponerse, tener su lugar, aspirar a ser candidatos. A su vez los líderes no construyen sucesores, no enseñan a los que vienen en camino.
¿Será que la política dejó de ser un servicio en la etapa de la vida de una persona que deja su profesión para brindar unos años a la comunidad y se convirtió en un trabajo vitalicio?
El federalismo, la distribución de recursos equitativamente en todo el país, el liderazgo del interior y los jóvenes que tienen aspiraciones son temas a resolver con urgencia en la Argentina para construir un país de todos y para todos, sin excluir a nadie.
*El autor es Wilfredo Romero, periodista, editor del diario digital Infocaucete.