La policía tucumana puso tras las rejas a un depravado -de 35 años- que le enviaba mensajes con contenido sexual a la compañera de su hija, una nena de 12 años, a quien además le pedía fotografías.
Los investigadores revelaron que la denuncia fue realizada por el padre de la menor, quienes fueron alertados por la víctima.
Según se supo, todo comenzó cuando el acusado le enviaba mensajes “inocentes”, sobre cualquier tema, pero con el correr del tiempo fueron subiendo de tono, hablando de temas sexuales y hasta le pidió imágenes íntimas.
El acusado no tuvo en cuenta que la menor podría delatarlo. Cuando la niña llegó a su casa les contó a sus padres lo que sucedía y éstos de inmediato fueron a la Justicia.
El sujeto conoció a la niña porque es el padre de una compañera del colegio. De esa manera el acusado obtuvo el número de teléfono, según informa el diario La Gaceta en su edición digital.
La causa se tramita en tribunales como “ciberacoso sexual infantil” y los juzgados de Instrucción y de Menores ordenaron que se allane la casa del acusado. Personal policial a cargo del comisario José Díaz llevó adelante la medida el viernes y secuestró un teléfono celular y una tablet, que serán analizados por peritos informáticos.