Mataron a puñaladas a un joven de 17 años para robarle las zapatillas

El skate y la mochila. Solo eso llevó Braian Emanuel Gómez (17) para salir de su casa. Estuvo en el centro de Merlo y de Pontevedra, en la zona oeste del Conurbano. Primero con un grupo de amigos, después con otro. Nada fuera de lo habitual para un adolescente. Anduvo en patineta, se vio con una amiga y después regresó. O al menos lo intentó: cerca de su hogar dos personas lo mataron a puñaladas para robarle las zapatillas.

Ya eran las 4 de la madrugada del sábado cuando Emanuel dejó a su amiga en la parada del colectivo. Esperó que se fuera, después caminó por la calle De Los Italianos unas seis cuadras. Los videos de las cámaras de seguridad detectaron lo mismo que él: alguien lo seguía.

Eran dos hombres que estaban apenas unos metros atrás. No está claro por qué, pero cuando Emanuel los vio, dobló por la calle De Los Españoles para perderlos.

Los investigadores analizaron las imágenes de cámaras públicas y privadas. Pudieron detectar el paso apurado de este adolescente con su mochila y el skate verde, un poco desgastado, enganchado en la espalda.

También lo que parece ser una discusión con empujones, que se logra ver a lo lejos, es parte de la investigación que lleva adelante la fiscalía N° 5 de Morón, a cargo de Claudio Oviedo y Marisa Monti.

Lo cierto es que a Emanuel lo siguieron, lo abordaron entre dos personas, lo golpearon y lo acuchillaron hasta matarlo. Un vecino lo encontró el sábado a las 8 de la mañana y llamó a la Policía.

“Tenía heridas en las manos y varios cortes. Sospechamos que son heridas defensivas, intentó defenderse del ataque. Después lo redujeron y tenía lesiones en el cráneo, en la cervical, en el tórax y en los brazos”, detallaron fuentes de la investigación consultadas por Clarín. El arma homicida fue “un elemento cortopunzante, largo y fino” que todavía no encontraron.

El cuerpo fue hallado en una quinta. A Emanuel lo mataron en la vereda y lo arrastraron unos metros hasta el lugar donde lo hallaron. Es que además de todo, intentaron esconder el cuerpo prendiéndolo fuego con alcohol, algo que no funcionó.

Un poco más adelante del lugar del hallazgo del cadáver encontraron un goteo de sangre que -presumen- sería de uno de sus asesinos, quien pudo haber resultado herido en el forcejeo con su víctima.

No está claro por qué estas personas decidieron seguir a Emanuel y provocarle las brutales heridas. Pero hasta el momento la principal hipótesis es que se trató de un robo.

En el lugar encontraron la mochila y la patineta de Emanuel, que vivía con sus padres en este barrio de casas quintas, en Pontevedra. Adentro estaba su celular y la billetera con su documento de identidad. Lo único que le faltaban eran las zapatillas: eran marca Puma, nuevas y, según creen, fueron el botín de los asaltantes.

“Volá alto, muy muy alto mi chuu. Te amo millones de veces mi bebé tan chiquito. Mi alma se fue con vos”, lo despidió Valentina, la tía de Emanuel.

Sus amigos también eligieron redes sociales para despedirlo: “Lo único que quiero en estos momentos es verte y poder joder de nuevo. Todavía no creo todo esto, no me pude ni despedir de vos. Gracias por haber sido parte de mi vida y segundearme en todas”, le dedicó su amigo Kevin Suárez. 

Este fin de semana, por orden del juez de Garantías, Gustavo Robles, realizaron dos allanamientos de urgencia pero no lograron encontrar a los sospechosos. Mientras tanto, los investigadores tomaban declaración a testigos y amigos de Emanuel para intentar reconstruir lo que pasó e identificar a los responsables del crimen, según informó Clarín.

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