Lo que comenzó ayer miércoles por la tarde como un dolor de garganta para Roberto Ibazeta terminó derivando en su muerte, en un caso que abrió una investigación por supuesta mala praxis médica en Mendoza, mientras su familia en San Juan aguarda definiciones para recibir una urna con sus cenizas.
Roberto llevaba poco menos de un mes residiendo temporalmente en la vecina provincia, trabajando en una finca por la temporada de la cebolla. Su esposa Sonia Fernández describió que ayer miércoles por la tarde Roberto tenía dolor de garganta y molestia en el pecho, por lo que un compañero de la pensión lo acompañó hasta el hospital Metraux de José Luis Beltrán (localidad ubicada a 23 kilómetros al Este por Ruta 7 de la capital mendocina) para recibir atención. En la guardia un médico le inyectó dipirona, le indicó un antibiótico y así regresó a la pensión. Pero cerca de la medianoche empezó a sufrir problemas severos para respirar y fueron nuevamente a la guardia, donde no encontró solución ni tampoco consiguieron los datos del médico que realizó el tratamiento y lo trasladaron hasta el hospital de la ciudad de San Martín. Lo peor sucedió rápidamente. A pesar que el hombre de 47 años, diabético, comenzó a recibir asistencia mecánica para respirar, un infarto terminó con su vida, según relató Sonia, que reside en el Barrio Cerro Blanco, departamento Rivadavia.
“Ahora le están haciendo la autopsia y estoy esperando ver como podrán enviar sus restos a San Juan. Nosotros no podemos viajar de inmediato para allá y el patrón de Roberto nos dijo que van a cremarlo después de la autopsia y que él enviará la urna para San Juan”, afirmó Sonia, con la voz nuevamente quebrada.
La mujer agregó que también fueron convocados para asistir a una manifestación de vecinos de Beltrán y alrededores porque aseguran que es usual que haya mala praxis médica en el hospital de Beltrán.
“Espero que la investigación aclare todo. Pero igual mi marido ya no está. Era un padre ejemplar”, aseguró Sonia quien tuvo 5 hijos con Roberto: la mayor de 27 años y el más chico, de tan sólo 7 años, según informó Diario de Cuyo.