Elizabeth Lorena Quilogran, la mujer de 37 años que apareció asesinada el miércoles en un predio rural, en la localidad bonaerense de Ascensión, en el partido de General Arenales, fue salvajemente masacrada a hachazos en la cabeza y en el rostro por su concubino, quien se encuentra detenido por este escalofriante femicidio.
Los voceros de los tribunales de Junín revelaron a cronica.com.ar que la infortunada víctima presentaba una profunda herida cortante en la base del cráneo, a la altura de la nuca, y también diversas lesiones en el rostro, y se estableció que la occisa yacía enterrada cabeza abajo.
De acuerdo a lo manifestado por los informantes, los servidores públicos de la Dirección Departamental de Investigaciones (D.D.I.) de Junín y de la Comando de Patrulla Rural (C.P.R.) de General Arenales incautaron, al revisar el lugar una hacha con manchas de sangre, la cual había sido envuelta en un trozo de goma.
El cuerpo sin vida de la mujer fue localizado por los efectivos policiales bajo un conjunto de maderas, en el sector posterior de un establecimiento rural denominado Julio Maggi, situado en la zona del Cuartel IV, y luego de que el propio femicida, llamado Horacio Ramón Báez, de 49 años y concubino de la fallecida, les confesara a los funcionarios, en forma espontánea y al observar las tareas de rastrillaje, el lugar en el que se hallaba escondido el cadáver.
Se estableció posteriormente que la víctima nunca había radicado denuncias, por violencia de género, contra el individuo.
Trascendió que las diligencias investigativas habían comenzado porque Roberto Quilogran -primo de la occisa- había concurrido a la comisaría de General Arenales para denunciar la misteriosa desaparición de su pariente, de quien se aseguraba que, en la tarde del martes pasado, había salido de su vivienda para caminar por los campos, aunque esta mujer ya no respondía a los llamados a su teléfono celular y los vecinos de la zona señalaban que no la habían visto en los predios del Cuartel IV. Hasta el momento se desconocen los motivos que provocaron el femicidio.
Autoridades de la Superintendencia General de Investigaciones en Función Judicial de la Policía de la Provincia de Buenos Aires y de la Superintendencia de Seguridad Rural se encargaron de supervisar los diferentes procedimientos.