Un hecho indignante salió a la luz en un local de ropa ubicado en la zona comercial de la calle Alem, del centro marplatense, donde el dueño fue grabado mientras revisaba las carteras de sus empleadas y se pasaba prendas íntimas y otros objetos por sus genitales. La denuncia fue radicada en la Comisaría de la Mujer y la Familia, y el caso ha generado conmoción entre las trabajadoras y la comunidad.
La situación comenzó a revelarse cuando una joven de 18 años, que había iniciado su trabajo en el local hace dos meses, notó algo extraño en su cartera. Según relató su madre, identificada como P., la joven comentó a sus compañeras que creía que alguien revisaba sus pertenencias. Esto las llevó a tomar medidas para confirmar sus sospechas.
En un intento por descubrir qué estaba ocurriendo, las empleadas dejaron un celular grabando en el baño del personal, donde guardaban sus pertenencias. Lo que captaron en video superó cualquier sospecha inicial: el dueño del local, un hombre de más de 60 años, fue filmado mientras revisaba las carteras, manipulaba ropa interior y se pasaba por los genitales el pico de una botella de agua mineral antes de devolverla al lugar.
#Aberrante Grabaron al dueño de un local de ropa pasando por sus genitales las pertenencias de las empleadas pic.twitter.com/7xxqY7lb8p
— 0223 (@0223comar) December 13, 2024
Tras revisar la grabación, las trabajadoras decidieron confrontar al dueño. La respuesta no fue la esperada: uno de los hijos del hombre les pidió que mantuvieran discreción sobre lo ocurrido. Sin embargo, la gravedad del caso llevó a la joven de 18 años a presentar una denuncia formal en la Comisaría de la Mujer y la Familia, acompañada por sus compañeras como testigos.
Luego de que se conociera la denuncia, otras mujeres que trabajaron anteriormente en el local se comunicaron con las denunciantes para relatar experiencias similares. Una ex empleada afirmó que el mismo hombre la grabó en 2016 y se ofreció a sumarse a la denuncia para reforzar el caso.
Este incidente, que incluye pruebas en video, expone un accionar aberrante y viola gravemente la privacidad y dignidad de las trabajadoras. La denuncia ha generado repudio y un llamado a que se investigue a fondo, no solo por el hecho puntual, sino también por la posibilidad de que existan más víctimas de este tipo de conducta en otros locales del mismo propietario.