Buenos Aires.- La ciudad de Villa Tesei, en el partido de Hurlingham, fue el escenario de una brutal secuencia de terror, miedo y desesperación. El sábado, cerca de las 12.30 de la noche, Facundo, de 23 años, fue abordado por al menos cinco vecinos que, por la fuerza, ingresaron a su departamento con cuchillos, sierras y bolsas de residuos, lo acusaron de haberse robado una “bicicleta” y los torturaron junto a su pareja. “Tres tipos estaban con mi nuera en la habitación y le gritaban a mi hijo que hable porque la iban a violar”, denunció Melina, la mamá de Facundo, y relató que los acusados siguen en libertad a pesar del tormento que vivió la pareja.
Facundo estaba con su pareja, Guadalupe, el sábado a la madrugada. Ambos acababan de llegar a su departamento luego de una cena familiar, cuando escuchó algunos golpes en la puerta. Al asomarse, notó a cuatro personas encapuchadas y con máscaras de payaso esperando afuera de su casa. Y delante de estas misteriosas figuras, estaba un vecino de él. “¿Qué pasa?”, preguntó Facundo al escuchar los violentos golpes y el vecino le respondió: “¡Abrí la puerta!”.
Desconfiado y con cierto temor, Facundo no hizo caso al pedido de su vecino. Pero de un momento al otro, los hombres forzaron la puerta e ingresaron. En sus manos llevaban distintas herramientas y utensilios, como cuchillos, sierras y bolsas de residuos. Los agresores primero los separaron: a su pareja, Guadalupe, la llevaron a una habitación y amenazaban con abusar de ella si Facundo no respondía a sus preguntas.
A él, lo insultaron y le pidieron información respecto a una bicicleta. Resulta que dos días antes, el jueves de la semana pasada, habían robado una bicicleta de uno de los palier (espacio común de cada planta en el que convergen las puertas de los distintos departamentos) del edificio que comparten. Incluso, habían ido el viernes a tocarle la puerta a Facundo para preguntarle si había visto la bici desaparecida.
Los agresores eran sus vecinos. No solo el que tenía la cara descubierta, sino también los encapuchados. Por ser argentino, los agresores, de nacionalidad venezolana, desconfiaban de él. “Entre venezolanos no nos vamos a robar”, le dijeron- Como Facundo no respondía, comenzaron a cortarlo y a su novia a manosearla. A ella le desabrocharon y bajaron el pantalón. Amenazaban con violarla y gritaban para que su pareja escuchara toda la secuencia. “Esto sucedió durante la madrugada del sábado. Cuando Facu y Guadalupe llegan a su departamento, le golpean la puerta y se le meten cinco tipos, cuatro encapuchados con máscara de payasos y uno no”, relató la mamá de la víctima.
En diálogo con C5N. Melina detalló que su hijo y su nuera fueron torturados durante dos horas y aclaró: “Facu durante esas dos horas los terminó reconociendo porque son vecinos de su propio edificio de dos pisos. Se conocen entre todos. A Guadalupe la asfixiaron, la llevaron a la habitación, la amenazaron con violarla y la manosearon toda. A todo esto, todo el tiempo le querían cortar los dedos con una sierra. A él le cortaron el cuello, las muñecas y la cara. Le revisaron los celulares, con una bolsa les quisieron tapar las cabezas y así un montón de detalles más. Fue una tortura”.
La mujer describió que “tres tipos estaban” con su nuera en la habitación y “le gritaban a mi hijo que hable porque sino la iban a violar”. “Facundo no podía reconocerlo porque no habían hecho nada. No tenían la bicicleta. Fueron contra mi hijo porque es el único argentino del edificio y lleva viviendo ahí desde hace ocho meses. Ellos están libres y los pueden matar. 20 minutos duraron detenidos. Uno de ellos está con prisión domiciliaria, con tobillera y hoy sigue afuera. No la está cumpliendo. Nos dijeron que están citados para que vayan, obligados, a la fiscalía a declarar el miércoles. A nosotros todavía desde la fiscalía no nos llamaron”, relató Melina.
Con mucha angustia y desesperación, la mamá de Facundo contó que en su poder tienen distintos audios y pruebas que comprometen a los vecinos de su hijo. “No nos pidieron las pruebas contundentes que tenemos. Nos llamó la madre y el padre de esta persona pidiendo disculpas. Nos dijeron que ´no reconocen a su hijo´. No podemos vivir así. No duermo hace tres días. No quiero que ni mi hijo ni mi nuera salgan. Él tuvo que salir a trabajar a las 4 de la mañana y estuve todo el tiempo llamándolo por teléfono, viendo la hora que llegue a la casa. No podemos vivir así. Yo no sé si mi hijo sale a trabajar, lo vienen a buscar y lo matan. Ahora están durmiendo en mi casa con mi nuera”, describió.
Entre los audios que las víctima usarán como pruebas se encuentra el llamado que uno de los agresores le hizo a Facundo después de torturarlo y que él llegó a grabar. “Nos arruinaste la vida hermano”, le dice el joven de 23 años a su agresor que sólo le atina a decir: “No sé qué hacer, estoy desesperado de verdad”. “¿Para qué me llamaste? Quiero que me digas si sos consciente del secuestro, del intento de violación, intento de asfixia que me metiste con la bolsa…de querer contarme los dedos a mi y a mi señora. ¿Vos sos consciente de lo que hiciste? Nos arruinaste al vida. Me llamó tu señora, no sé cómo consiguió mi número”, le pregunta Facundo segundos después.