La imagen de los accesos con filas interminables molesta mucho a la administración nacional de Alberto Fernández. Por eso, el Gobierno endurecerá los controles desde este miércoles, una vez finalizados los dos días de feriado, lo que hará que muchas personas intenten circular con una habitualidad parecida a la previa del dictado de la cuarentena.
Por eso, la orden que emana desde la residencia presidencial de Olivos es que, quien circule sin permiso, se le secuestra el auto, va preso y se le abre una causa penal.
“Vamos a apretar las marcas”, asegura una fuente de extrema confianza y cercanía al Presidente de la Nación, quien desde las 11:30 de este miércoles, recibirá en la Quinta de Olivos a la ministra de Seguridad, Sabina Frederic, junto a los jefes de las fuerzas federales.
“Hay que apretar los controles. Que haya más presencia policial y de seguridad. Seremos inflexibles ante los que quieren circular como si en Argentina no pasara nada”, grafica el funcionario que sigue al detalle tanto la evolución de los partes del Ministerio de Seguridad sobre los controles, así como los reportes del Ministerio de Salud, que ha mostrado este miércoles, en su parte oficial, que la pandemia arroja un saldo de “un total de casos confirmados en Argentina de 387, de los cuales 7 fallecieron”.
Quien debe definir si se procede a la detención o a la aprehensión de una persona es un fiscal o juez, luego de que las fuerzas de seguridad le dan intervención al Poder Judicial.
Pero el gobierno de Alberto Fernández quiere endurecer los controles y mostrar que no flexibilizará nada, sino que expondrá a quienes intentan burlarse de las directivas nacionales.