Un policía ahorco hasta matar a un hombre en un desalojo

El conteo de víctimas de la violencia institucional no para de crecer. Al caso de Silvia Maldonado de 17 años, asesinada días atrás por la Policía de Santiago del Estero de un disparo en la frente, ahora se sumó un nuevo caso que tiene esta vez a la Policía de Salta.

Mientras el gobierno de Mauricio Macri sostiene la defensa irrestricta de las fuerzas de seguridad y le otorga siempre el “beneficio de la duda”, un efectivo de la Policía de Salta ahorcó hasta matar a un hombre durante un operativo de desalojo.

Según reveló Revista Cítrica, el asesinato ocurrió el sábado pasado en el barrio Villa Floresta, al este de la capital salteña. Hasta allí llegaron varios efectivos del regimiento de infantería de la Policía de Salta para desalojar a una mujer y sus cinco hijos de la humilde casilla que había armado sobre terrenos fiscales.

David Neri Alfonso, uno de los vecinos de la mujer intentó ayudarla y reclamó a la policía que no los sacara y a los vecinos que no retrocedieran ante el avance policial.

La versión oficial dice que Alfonso se descompuso y murió mientras esperaban la ambulancia, pero los vecinos le contaron a periodistas del diferentes medios provinciales que fueron los uniformados quienes lo dejaron inconsciente al tomarlo del cuello, y luego murió antes de que llegara la ambulancia.

“En el momento del desalojo, Don David le dice a la señora ‘vos no te tenés que ir de acá. Estos terrenos no tienen dueño, son de la provincia’. Tres oficiales de Infantería agarran a David del cuello, se descompone y lo tiran al piso como una bolsa de papa” aseguró Marisol, una de las vecinas a Revista Cítrica.

Todos los testimonios de los vecinos van en el mismo sentido y coinciden en que la mujer y sus cinco hijos vivían en una casilla construida por un policía hace unos cuatro años pero que nunca habitó. Y que llegó al lugar junto con otros efectivos para sacar a la mujer.

Según los testimonios, luego de que le advirtieran que le sacarían a sus hijos la mujer aceptó irse, pero se acercó Alfonso y mientras intervenía pacíficamente fue tomado por la fuerza del cuello y tirado sin conocimiento fuera del terreno, donde finalmente murió.

David tenía 45 años, cuatro hijos y estaba luchando para abrir un merendero en el barrio. Su pareja, Noemí, aseguró que “los policías solamente miraban y se burlaban de él” cuando ya estaba en el piso decompuesto por el ataque policial.

Tres policías fueron suspendidos por el tiempo que dure la investigación.

Fuente: Minuto Uno

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