Inmerso en una profunda depresión, un hombre habría intentado quitarse la vida clavándose un puñal a la altura del corazón para dejarse morir junto a la tumba de quien supo ser su esposa. El sereno del cementerio lo halló y una ambulancia lo trasladó a un centro de salud. Por fortuna fue asistido a tiempo. Desde la fiscalía ordenaron que se le brindara asistencia psicológica mientras se restablece.
Parecía un jornada normal de agosto, hasta que el sereno del cementerio privado Jardín del Sol de La Banda, ubicado a la vera de la ruta 51, en Santiago del Estero, descubrió pasado el mediodía a un hombre tendido en el suelo que tenía un puñal clavado en el pecho y se estaba desangrando.
Desesperado, el sereno miró a los costados para ver si había alguien que pudiera haber atacado al abuelo de 70 años, pero éste le manifestó que él mismo se había autolesionado. El anciano afirmaba que ya no quería vivir.
El empleado del cementerio salió a la ruta a pedir auxilio a cualquiera que pasara. Afortunadamente -un milagro- transitaba por allí una ambulancia. El sereno le hizo señas y la unidad se detuvo. Ingresaron de inmediato y trasladaron al herido al Centro Integral de Salud Banda. El paciente luego fue derivado al Hospital Regional.
Los efectivos de la Comisaría 12 fueron informados de la situación y de inmediato se entrevistaron con el sereno.
El fiscal ordenó que efectivos de la División Criminalística se hicieran presentes en la escena del hecho y realizaran las pericias correspondientes; también que secuestraran el cuchillo, extraído por los médicos del Centro de Salud Integral de La Banda.
Las dudas respecto de lo sucedido comenzaron a despejarse cuando los policías entrevistaron a los paramédicos, los cuales señalaron que ellos también escucharon que el herido, hasta ese momento ya identificado como de apellido Galucci, domiciliado en la ciudad Capital, le manifestaba al sereno del cementerio que él se había clavado el puñal.
Las averiguaciones permitieron dar con familiares del abuelo, quienes informaron a la Policía que Galucci estaba atravesando un estado depresivo desde hace aproximadamente 4 años, cuando falleció su esposa, cuya tumba se encuentra en el cementerio donde Galucci intentó quitarse la vida.
De milagro, el puñal no tocó ninguna arteria ni el corazón. Los médicos le diagnosticaron poco más de diez días de curaciones, ya que sólo debía cicatrizar la herida del pecho.
Las fuentes señalaron que en uno de sus bolsillos, el hombre tenía dos cartas escritas a mano, dirigidas a miembros de su círculo íntimo. Pedía perdón por su decisión. Solicitaba que no lo velaran y que su sepelio fuera lo más sencillo posible.
Cómo actuar ante la aparición de pensamientos suicidas en la persona
El Centro de Asistencia al suicida de Buenos Aires cuenta con cinco puntos que una persona que está pensando en terminar con su vida, debe tener en cuenta antes de tomar una drástica determinación:
1- Vea sus problemas en perspectiva:
“La estadística nos dice que muchas personas, aun sintiéndose mal como podría estar sintiéndose usted, lograron superar su circunstancia traumática, desarrollaron recursos para afrontar su sufrimiento, viven felices (dentro de lo humanamente posible), y agradecen no haberse dejado vencer por esa situación en que el sufrimiento parecía rebasar sus recursos. Saber esto tal vez lo anime a afrontar circunstancias que, por más terribles que parezcan ahora, dentro de unos años podrían verse de otra forma”.
2- No luche contra sus deseos de morir, simplemente déjelos a un lado:
“Otras personas que pasaron por circunstancias como la que puede estar pasando, y lograron superarlas, dicen que les fue de mucha ayuda poner cierta distancia entre sus deseos de morir y el acto suicida. Aun cuando no se sienta seguro de dejar a un lado al suicidio como opción, siempre podrá , decir, “puedo hacerlo mañana” o la próxima semana o el próximo año si las cosas no mejoran. La experiencia indica que las condiciones que llevan a pensamientos suicidas siempre son circunstanciales, y que las circunstancias siempre cambian”.
3- Reflexione seriamente sobre sus fantasías de muerte:
“La muerte es un territorio desconocido y eso genera fantasías. Muchas personas con ideas suicidas cuentan que se imaginan a sí mismos después de muertos mirando el mundo de los vivos y sintiendo las mismas emociones que sienten en la vida a excepción del sufrimiento. Si usted tiene fantasías parecidas le pedimos que reflexione sobre la lógica de estas ideas. Por lo que realmente sabemos, la manera más segura de que usted llegue a sentir el alivio que desea es permaneciendo vivo. Piénselo”.
4- Recomponga sus relaciones sociales:
“Muchas personas que llegan a pensar en el suicidio se sienten defraudadas por sus amistades y familiares. Sienten que nadie los quiere o que a nadie le importa lo que les está sucediendo; en muchos casos relatan el alejamiento paulatino de todos sus allegados hasta quedar completamente solos. Vencer este enojo e intentar entender lo que le puede estar pasando al otro puede resultar uno de nuestros recursos más importantes. Todas las relaciones sociales son recursos útiles, pero tenemos que aceptar que solo algunas personas tienen la disposición y la capacidad para escuchar lo que nos pasa. Si usted es capaz de perdonar y recomponer sus relaciones en base a la comprensión de los miedos y las capacidades limitadas de los otros ese podría llegar a ser su mejor recurso”.
5- Busque ayuda:
“Como dije, las circunstancias de la vida son cambiantes y es muy probable que en el futuro usted se encuentre con muchos más recursos de los que cuenta ahora para hacerle frente al sufrimiento, pero esto no va a ocurrir mágicamente. Los pensamientos suicidas son, por sí mismos, una señal de alarma lo suficientemente importante como para decidirse a pedir ayuda. Consulte a un terapeuta y, si ya está haciendo terapia, cambie su actitud frente a su terapeuta; no vaya solamente a contar sus penas, a victimizarse, busque, con ayuda del terapeuta, la mejor forma de afrontar su sufrimiento.
El Liberal