El Gobierno abrió ayer su mesa de decisiones en materia económica. En una reunión de tres horas en la Casa Rosada, los cinco mandatarios de Cambiemos presentaron sus ideas para aliviar el impacto de la crisis de cara a la campaña electoral. Del otro lado, un grupo de funcionarios del gabinete nacional analizó la viabilidad de las propuestas y su posible implementación.
La gestión de Mauricio Macri se abocará en las próximas horas a ajustar un paquete de medidas.
El Presidente será el encargado de hacer los anuncios el miércoles próximo, probablemente luego de que se conozca la inflación de marzo.
La reunión sirvió para cerrar filas en el interior del oficialismo, tras los desacuerdos sobre el alcance de la medida que salieron a la luz en los últimos días. Los reclamos del ala política fueron respondidos por los equipos técnicos para afinar las medidas y acercar posiciones.
El Gobierno aclaró ayer que no se anunciará un nuevo plan económico, sino un compendio de medidas. De aquí al miércoles, el equipo económico se encargará del hilado fino, dentro del acotado corsé que imponen el acuerdo del FMI y el delicado equilibrio fiscal.
Según pudo conocer LA NACION, en materia de precios, el ministro de Producción, Dante Sica, trabaja en acuerdos con el sector alimentario y con los supermercadistas para lanzar cuarenta productos básicos que se mantendrán con un precio preferencial durante un período.
Se estudia que sea por seis meses. El Gobierno cuida su semántica y evita hablar de “congelamiento” de precios. Por ahora se trabaja en un esquema de ampliación del programa Precios Cuidados.
Ayer, minutos antes de la 15, se acercaron a Balcarce 50 la gobernadora María Eugenia Vidal; el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y los tres gobernadores radicales: Alfredo Cornejo (Mendoza), Gerardo Morales (Jujuy) y Gustavo Valdés (Corrientes).
La mesa, que en un principio se iba a completar con el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y con el ministro de Interior, Rogelio Frigerio, se amplió a una batería de funcionarios.
Al convite se sumaron el secretario de Hacienda, Rodrigo Pena; el secretario de Política Económica, Miguel Braun; el titular de la AFIP, Leandro Cuccioli; la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley; el jefe de gabinete del Ministerio de Producción, Ignacio Pérez Riba, y el secretario de Energía, Gustavo Lopetegui.
El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, estaba en los Estados Unidos.
Sica -que será el principal ejecutor de las medidas que se definan- tampoco estuvo en la reunión. Asistió en cambio a un evento organizado por la OIT. “Estuvo a la mañana en reuniones preparatorias. Tenía compromisos internacionales previamente fijados”, dijo Peña, al ahuyentar los rumores de una salida del ministro.
La supervisión del Presidente
La reunión tuvo lugar en la oficina de Peña. Macri permaneció en su despacho, al margen de la discusión. Más temprano había recibido durante una hora a Martín Lousteau (ver aparte).
En el encuentro, Peña ofició de moderador. Fue leyendo una por una las propuestas de los cinco gobernadores para luego darles la palabra a los funcionarios del gabinete, que hicieron un análisis técnico de la factibilidad de las medidas.
En términos políticos, la reunión sirvió para darles tratamiento a los reclamos internos. “El Gobierno está receptivo al pedido de los gobernadores, no solo los radicales”, dijo Cornejo al salir de Balcarce 50.
Vidal, Rodríguez Larreta y los tres gobernadores radicales piden que el Gobierno reaccione para contrarrestar la inflación antes de las elecciones. Pidieron medidas vinculadas al aplanamiento de las tarifas, los incentivos a las economías regionales, los precios y el sector financiero. Los mandatarios perciben en sus territorios que los efectos de la crisis están llegando al hueso de sus votantes. Sobre todo en la provincia de Buenos Aires, donde Vidal se juega su suerte junto con Macri en las PASO de agosto y las generales de octubre.
El Gobierno, sin embargo, puso a sus equipos técnicos para explicar internamente el impacto que tendrían algunas medidas en los indicadores económicos.
“Podemos tener buenas ideas, pero hay que ver la viabilidad de estas políticas y que no haya efectos no deseados en la economía”, reconocieron a LA NACION cerca de uno de los mandatarios que participaron del cónclave.
“Fue una reunión de trabajo en torno a las preocupaciones compartidas del Presidente y todo el equipo de Cambiemos sobre los desafíos que impone la economía en este momento”, dijo Peña tras la reunión. Sobre medidas en materia de precios, agregó: “Creemos que todo lo que se pueda hacer dentro del marco de los acuerdos son herramientas útiles y necesarias y que ya se vienen haciendo y se pueden llegar a profundizar”.
En la Casa Rosada ayer no descartaban que se celebren nuevas reuniones interministeriales y políticas durante el fin de semana.
El martes, el Indec anunciaría la inflación de marzo, que de acuerdo con las consultoras privadas podría estar por encima de los cuatro puntos. Macri será el encargado de contrarrestar esa noticia con los anuncios del miércoles.
La reacción del ala política
Al término de la reunión, Alfredo Cornejo, gobernador de Mendoza y titular de la UCR, aseguró que el Gobierno se mostró “receptivo” no solamente con los “radicales”, sino también con “el resto de los gobernadores”, en alusión a Horacio Rodríguez Larreta y María Eugenia Vidal. Fue una demostración de sintonía del ala política de la coalición oficialista que unificó su reclamo por la economía.
Fuente: La Nación