Para no tener que hacer un ajuste fiscal brutal, es necesario resolver el problema de la deuda”, afirmó el ministro de Economía, Martín Guzmán, en referencia a uno de los desafíos más urgentes que enfrenta el nuevo Gobierno. Con vencimientos de US$16.463 millones solo en el primer trimestre de 2020, el equipo económico ya comenzó gestiones para avanzar en la renegociación de la deuda, y convocó a exfuncionarios con experiencia en la materia para conformar una comisión asesora.
Si bien aún no se conformó oficialmente, la intención de Guzmán y su equipo es sumar la visión de economistas más allá de quienes hoy tienen un cargo en el Gobierno. La convocatoria incluye a exsecretarios de Finanzas, como Daniel Marx o Adrián Cosentino, que participaron en anteriores procesos de reestructuración de deuda.
“Sería una especie de unidad de trabajo conformada por funcionarios que tuvieron que lidiar con ese problema”, afirman en el Palacio de Hacienda, donde destacan el “capital intelectual técnico” de los convocados. “La idea de Martín es tener en cuenta estas posiciones”, agregan.
“Estableceremos una Comisión Asesora en materia de deuda formada por exsubsecretarios de Finanzas del ministerio”, había anunciado esta semana el propio Guzmán, en su primera conferencia como titular del Palacio de Hacienda.
Más allá de los nombres involucrados, que LA NACION pudo confirmar, aún no se definieron cargos, roles o la dinámica que tendrá esta comisión. Su objetivo será asesorar o brindar propuestas para la renegociación de la deuda, que supera en total los US$300.000 millones.
“El Gobierno tiene que definir qué es lo que quisieran de esta comisión, y ahí se verá cómo se instrumenta”, dijo a este diario uno de los economistas convocados, que pidió mantener en reserva su nombre y aún aguarda definiciones sobre la composición oficial del consejo y la dinámica de su funcionamiento. “Hubo solo conversaciones de escenarios. No de roles”, precisó.
Daniel Marx, actual director de su consultora Quantum Finanzas, cuenta con experiencia en el tema de la deuda pública. Luego de ser director del Banco Central (1987-1988) durante la presidencia de Raúl Alfonsín, fue jefe negociador de la deuda externa entre 1989 y 1993, en el gobierno de Carlos Menem, y ocupó el cargo de secretario de Finanzas entre 1999 y 2001.
Por su parte, Adrián Cosentino es un sobreviviente. Fue funcionario del equipo económico durante los gobiernos de Cristina Kirchner. Economista formado en la UBA, donde es subdirector de la maestría en Finanzas, fue asesor de Hernán Lorenzino, quien al ser nombrado ministro, en 2011, lo designó secretario de Finanzas. Ocupó el cargo hasta 2013 -cuando Axel Kicillof se hizo cargo de la cartera-, y luego pasó a liderar la unidad de Reestructuración de la Deuda por designación de la entonces presidenta. Tras el cambio de Gobierno, permaneció como “asesor de Gabinete” durante la gestión de Alfonso Prat-Gay.
Cosentino, además, es uno de los autores del libro Crisis y reestructuración de deuda Soberana (Eudeba), publicado en 2017.
Otro nombre que se mencionó como posible integrante de la comisión fue el de Guillermo Nielsen, quien fue secretario de Finanzas (2002-2005) durante la gestión de Roberto Lavagna y encabezó la renegociación de la deuda ante el FMI en esos años.
Durante la campaña presidencial, el economista mantuvo reuniones con inversores y acreedores en Wall Street y fue mencionado como posible integrante del gabinete de Fernández, aunque finalmente fue nombrado presidente de YPF. LA NACION se comunicó con Nielsen, quien prefirió no hacer comentarios por este tema.
Deuda: un histórico problema de corto plazo
La renegociación de la deuda es uno de los asuntos más urgentes en el horizonte del equipo económico. “Buscaremos una relación constructiva y cooperativa con el FMI y con nuestros acreedores. El país tiene voluntad de pagar, pero carece de la capacidad de hacerlo”, dijo Alberto Fernández el día de su asunción, en el discurso ante la Asamblea Legislativa.
Este año, entre deuda en manos de privados y con el sector público, los vencimientos ascienden a US$58.484 millones, según estimaciones de la Consultora Ledesma. En el primer trimestre, las obligaciones llegan a US$16.463 millones, mientras que en el segundo trimestre hay compromisos por US$25.134 millones.
La apuesta del Gobierno es avanzar en una renegociación con acreedores privados y el FMI que establezca algún tipo de quita y estiramiento de los plazos. “Para poder pagar, hay que crecer primero”, enfatizó Fernández, en un mensaje que enfatiza su búsqueda de aliviar la carga de la deuda en el inicio de su gestión para lograr una reactivación de la economía, que acumula dos años consecutivos de caída y ocho de estancamiento.