La pandemia de coronavirus ha provocado cientos de cambios de costumbres en la vida cotidiana. Al parecer, de cara al verano, también habrá que replantearse el uso del aire acondicionado en espacios públicos. Esto porque los filtros que utiliza el sistema de aire acondicionado, puede ser una fuente propagadora del coronavirus. Diario UNO consultó con Enrique Barimboim, médico especialista en Neumonología y miembro de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria, quien explicó cuál es el mecanismo que puede provocar este efecto.
Efecto aerosol
Barimboim explicó que existen dos formas de diseminación del virus. La primera es a través de las microgotas que expulsa el cuerpo de la persona contagiada con coronavirus, a través de la saliva cuando habla, tose o estornuda.
La segunda y la que puede fomentar el uso del sistema de aire acondicionado es la aerosolización. Se trata de partículas muy finas del coronavirus que quedan en el aire flotando y que el aire acondicionado, por su mismo funcionamiento, fomenta a diseminar por el ambiente.
El sistema de refrigeración que utilizan los equipos de aire acondicionado toman el aire del ambiente, lo filtran, lo enfrían y lo vuelven a distribuir. Si bien el aire tiene un tratamiento, no por eso pierde las condiciones que tenía antes de ese procedimiento. Por lo que si en él había partículas del virus, una vez que salga del filtro del aire acondicionado también las tendrá, pero esta vez se distribuirán en forma pareja por el ambiente.
Esta es la razón por la que, en espacios concurridos, como centros comerciales, comercios en general, edificios de administración pública, supermercados, y por supuesto en el transporte público, lo mejor es prescindir de los aires acondicionados.
En el caso de los aviones, Barimboim explicó que estos utilizan aire acondicionado con filtros especiales denominados EPA, que no propagan los virus. Estos filtros son los que se utilizan también en los quirófanos y los servicios de terapia intensiva.
Los contagios en el crucero
El especialista recordó el caso del crucero Diamond Princess, que fue emblemático porque en febrero porque se convirtió en el lugar con más casos de coronavirus fuera de China.
El navío estuvo parado dos semanas en las costas de Japón, con más de 3.000 pasajeros y la tripulación en cuarentena.
Barimboim lo mencionó porque, al parecer, lo que ocurrió dentro de este crucero para que se diseminara tan bruscamente el coronavirus fue la utilización de aire acondicionado. Este caso se trae a colación como fundamento para la no utilización de los sistemas de refrigeración, a pesar de las altas temperaturas del verano.