A 62 kilómetros de la Capital sanjuanina se encuentra el Paraje Vallecito. Hasta ese sector llegó, hace 180 años, Deolinda Correa. La sanjuanina que fue en busca del amor de su esposo quedó sin vida a la vera del camino con su hijo a cuestas. Desde aquel momento hasta la actualidad el lugar se transformó en un icono para que miles de fieles de distintas partes del mundo fueran a ponerle sus ofrendas.
Todo esto quedó en el anecdotario, por lo menos durante estos nueve meses del 2020, luego de marzo, cuando la pandemia de coronavirus dejó al paraje desolado. Debido a la declaración de cuarentena estricta, los comercios se vieron obligados a cerrar sus puertas para evitar la propagación de la enfermedad. También limitaron el tránsito en la zona para que los camioneros, visitantes asiduos, no descendieran allí. De esta manera, el santuario quedó en completa soledad.
En el recorrido por la zona se observó que los locales están prácticamente abandonados. Los toldos rotos cuelgan de las estructuras de hierro, mientras que las heladeras que contienen bebidas están con barretas para impedir que se las roben. Los restaurantes, que antes se vieron llenos de turistas, están vacíos.
El silencio ilustra el paisaje. Atrás quedaron los chivos a las llamas, el brindis de las familias completas y las tonadas cuyanas en los parlantes. Solamente se escucha el canto de algún que otro pájaro y el ruido de martillos que algunos comerciantes emiten a la hora de reparar el mobiliario.
Jesús Páez es comerciante, tiene su local llamado “La Mama”. El mismo se ubica en la entrada al paraje. Sin embargo, unos tachos con cinta de peligro impiden que los foráneos se acerquen a comprarle, como era habitual hasta la primera quincena de marzo.
El comerciante confesó que extraña demasiado a los visitantes debido a que eran los principales compradores que tenían durante todo el año. Esa es una de las características fundamentales que ostenta la Difunta Correa: no hay una fecha determinada para visitarla, cualquier ocasión es una oportunidad para agradecer y, al mismo tiempo, para que los puesteros puedan vender su producción.
“A los visitantes los extrañamos mucho. El peregrino es fiel y viene, pero se encuentra con que no puede ingresar. Cree que con el turismo interno se habilitó el paraje y no es así”, señaló. Jesús detalló que muchos cordobeses que llegaron hasta ese sector le dejaron algunas ofrendas para que se encargue de llevárselas a Deolinda.
En su rol de vecino, Jesús comentó que los efectivos policiales prohíben a los niños que jueguen en los playones deportivos. La medida está orientada a reducir la circulación de la población.
El presidente del Centro Comercial de la Difunta Correa, Javier Mercado, indicó que son 23 los comercios que están atravesando por esta situación. El hombre dijo que todavía nadie les da una respuesta sobre la apertura del paraje.
Mercado sostuvo que en un primer momento “tomaron bien” el cierre porque era para preservar la salud de los sanjuaninos, pero después ya empezaron a solicitar la apertura porque no tenían ingresos para comer.
En el mes de julio, según asegura, el Ministerio de Turismo y Cultura los contactó para volver al ruedo, aunque el agua fue el impedimento para concretar la medida. Al no contar con este recurso, les pareció imprudente recibir visitas, más teniendo en cuenta que la premisa es el lavado frecuente de manos.
El referente del sector comercial indicó que hubo un subsidio por parte del Gobierno provincial. La ayuda iba entre los $20.000 a $30.000 y después debían devolverla, pero todavía están cerrados. Mercado detalló que no muchos comerciantes pudieron acceder a este beneficio. Esta semana se reunirá con los funcionarios de Turismo para solicitarles la pronta apertura, de acuerdo a lo que explicó.
El referente explicó que la mercadería que adquirieron a comienzos de año está toda vencida. Si bien todavía no tienen fecha para el retorno a sus actividades, ven “complicado” el panorama porque sostiene que la mayoría no tienen recursos para hacerlo.
En esa sintonía, Marcela Martín, otra comerciante, precisó que es difícil vivir ahí porque está todo paralizado. Alegó que su familia está “triste y se les vino el mundo abajo”.
La sanjuanina se reinventó y ahora prepara viandas. Con eso trata de compensar los ingresos que perdió durante el año. Los camioneros que pasan por su negocio deben esperar con tapaboca y distanciamiento social el armado del tradicional sándwich de milanesa. Además, su pareja empezó con el oficio de hacer maceteros con piedras del lugar para poder venderlos.
El puesto de atención, donde hay vida
Dentro de la postal desértica y abandonada está el Centro de Atención Primaria de la Salud (Caps). Allí atienden los médicos de lunes a viernes. Ese lugar, durante la mañana, recibe a algunas personas. Los días jueves son específicamente para las enfermedades respiratorias. Si llegan a detectar algún caso sospechoso de Covid-19 se activa el protocolo dando intervención al hospital departamental César Aguilar.
Protocolo y capacidad limitada
El próximo 15 de diciembre el Gobierno provincial evalúa dejar de pedir una PCR para ingresar a la provincia. Esa medida posibilitará la llegada de turistas. Ante esta situación, quieren habilitar los parajes religiosos y campings. Si bien todavía no hay precisiones, esa fecha podría ser una alternativa.
En diálogo con este medio el secretario de Turismo, Roberto Juárez, dijo que están trabajando para que sea antes de fin de año. Sin embargo, habrá un estricto protocolo sanitario para evitar contagios y se habla de una capacidad limitada en el 50%, tal como lo hacen en los departamentos alejados.
Reparaciones
En el ministerio todavía no precisaron una fecha de apertura, aunque hay algunos operarios que están encargados de la reparación del lugar. Empezaron con algunos bacheos de las calles y la limpieza del santuario.
La imagen de la Difunta Correa que se ubica arriba de las tradicionales escalinatas reposa sin los tradicionales paquetes de vela y las botellas de agua que los fieles acercaban. No hay velas prendidas, es más los agentes limpiaron todo el cebo apagando así los pedidos de miles de seguidores de la sanjuanina.
Dato
• En la Difunta Correa hay 23 locales comerciales. Algunos recibieron un subsidio por única vez de entre $20.000 a $30.000. Aseguran que no todos lo percibieron.
• El Paraje Vallecito cerró su ingreso desde el 20 de marzo, fecha en la que el Gobierno provincial se adhirió a la medida de Alberto Fernández para declarar la cuarentena estricta.