Hoy los sanjuaninos vamos a las urnas nuevamente, después del desdoblamiento de las elecciones por la ya conocida decisión de la Corte de Justicia de suspender una sola categoría, la de Gobernador y Vice, y el 14 de mayo solo votamos concejales, intendentes y diputados. Hoy tenemos nuevamente una cita impostergable en el cuarto oscuro, que no podemos desaprovechar.
¿Cuándo ingresamos al cuarto oscuro, por qué elegimos, lo que votamos? Hace algunos años la pertenencia a un partido político aseguraba a los candidatos el voto; solo bastaba con saber que el candidato era de tal partido, al que la persona estaba afiliada y listo. Había mucha lealtad y personas que siempre votaban a los candidatos de sus partidos, solo por eso, porque sentían pertenencia a esa forma de pensar, de hacer política. Con los años eso cambió y hoy ya no es así, no es tan fácil. Y los partidos tampoco cuentan con grandes cantidades de afiliados, cada vez es más difícil para quienes son candidatos fidelizar a sus votantes y deben realizar un esfuerzo mayor para poder captar su voto.
Claro que hay personas que eligen a un candidato porque son de ese espacio político o se sienten contenidos por su forma de pensar. También porque obtienen beneficios de esa fuerza, pero hoy son más los que eligen a personas de carne y hueso y no fuerzas políticas.
Gracias al avance de la tecnología a cualquier candidato lo tenemos en nuestras manos, muy cerca, o al menos eso parece, desde nuestro celular podemos seguirlo en sus redes sociales, saber con una foto o un video que desayunó, si juega con su perro o de qué club es hincha. El candidato es casi como tu vecino, muchas veces conoces lo que hizo en el día, que opinó de un tema y hasta cómo pasó su cumpleaños. El seguir el día a día de alguien permite conocerlo, incluso sentir familiaridad o tener una noción sobre quién es esa persona, pero ¿lo que vemos en las redes sociales es siempre verdadero? Algunas cosas puede que no sean verdad, pero con el paso del tiempo eso queda demostrado. “Puedes engañar a algunos todo el tiempo. Pero no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo” decía Abraham Lincoln y creo que su frase hoy toma mucha relevancia cuando somos “seguidores” de una persona en las redes.
Sigamos con nuestro tema, dijimos que ya no se vota por pertenencia a un partido, que ahora se votan personas que creemos conocer, ¿por qué otros motivos votamos? Supongamos que hay personas que voten porque les parece agradable el candidato, sumemos que otros votan porque escucharon que ese candidato es el que va a ganar y el lunes podrá decir orgulloso, “ganó; yo lo voté”. También podemos elegir a alguien porque un familiar, amigo o vecino pertenece a esa fuerza y si gana, algo puedo obtener.
¿Quiénes eligen a sus candidatos por sus propuestas? Por allá un señor me dice que él siempre trata de conocer qué propone cada uno y eso decide su voto. ¿Acaso eso no debería ser el motivo principal por el que elegimos a un candidato? Una señora me dijo que decidió su voto por el jingle de campaña, que es muy pegadizo, le gusta y no se lo puede sacar de la cabeza, después de escucharlo cientos de veces en la radio, en la televisión y en hasta en Facebook.
Hay otras personas que votan percepciones, esos microclimas que generan las campañas; de continuidad, de cambio, de seguridad, de futuro. A muchos los llevan a votar y en el camino les dan el voto que debe quedar en el sobre, aunque dudo que eso suceda. Un joven me contó que, en la última elección, votó a cierto candidato porque le dieron mil pesos, pero tampoco lo creo.
La verdad es que elijas por el motivo que sea a un candidato, tenemos la oportunidad de ir a votar, no porque la ley nos obliga desde los 18 a los 70 años, desde los 16 y luego de los 70 años es optativo. Creo que ni siquiera debería existir una ley que nos obligue, votar es parte de nuestros derechos como ciudadanos, como lo asegura la Constitución Nacional en el artículo 37, que “garantiza el pleno ejercicio de los derechos políticos…”, incluso la Convención Americana sobre los Derechos Humanos (Pacto de San José de Costa Rica) que es ley en Argentina desde 1984, en su artículo 23, inciso b nos asegura el derecho “a votar y ser elegidos en elecciones periódicas auténticas, realizadas por sufragio universal e igual y por voto secreto que garantice la libre expresión de la voluntad de los electores”.
En San Juan hay habilitados 603.276 electores, en 1.795 mesas, en toda la provincia. El pasado 14 de mayo solo votaron 454.511 electores, que significa el 75,32% del padrón y de esos, 35.217 votaron en blanco y otros 6.419 votos fueron nulos.
Con errores y aciertos, la democracia es el mejor sistema del mundo y que siga funcionando no es nuestra obligación, es parte de nuestros derechos y deberes como ciudadanos. Por eso, elijas a quien elijas, vayamos y votemos.
Casi me olvido, los que votan en blanco o sus votos son nulos porque en vez de un voto pusieron en el sobre una figurita de Messi, ¿eligen también? ¿Qué opinan?
Wilfredo Romero es periodista, editor del diario digital El Sol de San Juan