Diez de diciembre: Día del Trabajador Social

Cada 10 de diciembre se celebra el día del trabajador social en concordancia con el Día Universal de los Derechos Humanos. La fecha fue modificada en 2012, lo que implica asumir una clara posición política e ideológica de la profesión, colocando la cuestión de los Derechos Humanos como eje central del proyecto ético-político como colectivo profesional.

La División Trabajo Social del Ministerio de Salud Pública a cargo de la Lic. Silvia Guevara, desarrolla una importantísima tarea en temas tan diversos como relevantes: internación domiciliaria, municipios saludables, pueblos originarios, turnos programados, vuelos sanitarios. A partir de la pandemia y en cada ocasión que lo amerite, se adecua a una nueva dinámica, resignifica su rol para brindar un servicio social de calidad.

El compromiso, la dedicación, el trabajo en equipo, han sido determinantes para atender a los miles de pasajeros que han ingresado a San Juan provenientes de otras provincias o de otros países, pero también a cada paciente que ha sido testeado en los diferentes centros de testeo, a los cientos de sanjuaninos que han recibido contención telefónica, entre otras tareas que los trabajadores sociales de salud han realizado brindándose a la comunidad.

La Lic. Guevara explicó el rol central de este profesional: “El trabajador social en salud está apostado en los tres niveles de atención y en cada lugar tiene su especificidad. De acuerdo a sus incumbencias, este profesional se ocupa de las problemáticas sociales dentro de un equipo interdisciplinario. Se destaca principalmente la tarea preventiva y promocional de la salud en el primer nivel de atención y lo asistencial en los hospitales, es decir, en el tercer nivel”.

“El trabajador social actúa por derivación de la parte médica profesional generalmente, cuando el paciente viene por una problemática determinada y se desnuda un escenario en la familia que está afectando directa o indirectamente a ese desencadenante. Pero no siempre es así, también se atiende a demanda, cuando el profesional está apostado en un lugar, como puede ser la puerta de entrada de un centro de salud, y viene una persona a consultar, por ejemplo, cómo puede hacer un trámite por una discapacidad o para una pensión”, agregó.

“Es un profesional que maneja todo lo que son los recursos institucionales, por una cuestión de incumbencia y de definición, de filosofía, de convicción, el trabajador social trabaja desde los derechos del paciente. Pero también va mucho más allá y trata de ver siempre la causa, o de mirar de manera integral el problema del paciente y de la familia que consulta. Si esa circunstancia que lo trae a la demanda puede estar de algún modo condicionada o puede ser el desencadenante, o encierra alguna otra problemáticas como puede ser violencia, adicciones, entre otras”, explicó.

“Es una tarea que se realiza intersectorialmente, interjurisdiccionalmente e interinstitucionalmente porque como se ocupa de todos los aspectos de la persona para su recuperación o bienestar, tiene que articular con otros estamentos u otros sectores. Con el municipio, con la justicia, cuando es un caso de violencia, también pueden ser residencias de adultos mayores. Es muy amplio”, dijo.

“Lo nuestro es un acompañamiento, ponemos todo el apoyo emocional o el despliegue de nuestras redes de contención, profesional e institucionalmente y del lado del paciente, en la red primaria y secundaria del paciente, como podría ser la red familiar”, añadió.

La resignificación a partir de la pandemia

Guevara contó cómo cambió el quehacer diario del profesional: “El rol del trabajador social ha tenido que resignificarse. Veníamos con una rutina de actuación profesional, pero como otros profesionales, tuvimos que cambiar rápidamente las prácticas. Hubo que informarse para poder acompañar de la mejor manera al paciente o al pasajero. Hemos atendidos entre 8 mil y 9 mil personas”.

“Trabajo Social se puso a cargo para atenderlos a todos desde el ingreso hasta el egreso, con todo lo que conlleva ese proceso, desde lo físico, lo psicológico. Han ingresado personas con algún tratamiento o patología o algo que se desencadenó en la estadía. Hemos tenido que ir pensando en las distintas estrategias de atención y contención para esas personas”, señaló.

“Además, el área a mi cargo organizó los testeos de PCR en su momento y el test de antígenos ahora. Somos quienes nos ocupamos y conocemos los procedimientos, contenemos, explicamos, informamos en qué consiste el test y damos el alta del hotel con todas las recomendaciones. Siempre junto a los otros profesionales y los equipos de Desarrollo Humano, Gobierno y Turismo”, manifestó.

“También tenemos a cargo la organización de los centros de testeos a nivel central, fundamentalmente lo que es el estadio cerrado Aldo Cantoni, y el itinerante, que es aquel equipo que va a distintos puntos, de acuerdo al análisis que hacemos en conjunto con la autoridad sanitaria, para dar accesibilidad a la gente que necesitar realizarse el test”, precisó.

“Desde el 20 de marzo trabajamos intensamente, con herramientas metodológicas e información no solo para el paciente sino también para preparar al profesional. Ha sido todo un aprendizaje, es un cambio significativo en el profesional”, agregó Guevara.

“En este momento esa etapa del proceso ha cambiando en función del escenario actual, por eso es que ahora estamos reforzando las zonas sanitarias. Las colegas de las zonas están trabajando y participan de lo que es la mesa de salud. O sea que refuncionalizamos el recurso humano de acuerdo a la realidad sanitaria”, reveló.

“Quiero resaltar también que hemos tenido que estar muy atentos ante el temor a la exclusión social de los familiares que se ven como potenciales portadores del virus, ocasionando que el resto de la sociedad los excluya. Esto nos obligó a incrementar los criterios de cuidado y manejo de la información, y estimular o favorecer que el resto del personal se sume a la no discriminación y trato respetuoso y digno”.

Para finalizar la profesional redondeó acerca de una idea que necesita precisar: “Somos una profesión que siempre está muy atenta a los derechos de las personas y la pandemia ha venido a tocar cuestiones muy sensibles en toda la sociedad. Entonces aquellos que tenían escasos recursos económicos o que estaban atravesando una situación social delicada, han viso agravadas estas situaciones y allí hemos estado con todos los recursos del Estado para apoyar”.

“Estamos convencidos que ningún área del gobierno, de la comunidad organizada y del sector privado, puede trabajar y dar respuestas en soledad. El trabajo mancomunado es esencial, y forma parte del espíritu de esta profesión que amamos tanto”.

“Quiero fundamentalmente destacar el compromiso y el trabajo en equipo de todos los trabajadores sociales de mi área, que han desarrollado una tarea de calidad en esta etapa tan difícil que estamos atravesando, bregando por los derechos de todas las personas y familias que de una manera y otra han estado bajo su atención”, finalizó.

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