Las compañías Pfizer (Estados Unidos) y BioNTech (Alemania) salieron en busca de unos 25.000 voluntarios para realizar pruebas de la vacuna contra el coronavirus. Es la tercera fase del antídoto que busca ser la cura contra la pandemia que azota al mundo. Entre todos estos voluntarios hay una médica sanjuanina que será recibida por las compañias extranjeras el próximo 30 de agosto en el hospital militar.
Se trata de Sandra Spollansky, que habló con este diario y contó la intimidad de una prueba que es esperada por toda la comunidad. “Me ofrecí como voluntaria porque espero hacer una contribución a la humanidad”, dijo la médica radicada en Buenos Aires desde 1987.
De todas maneras, la trabajadora de la salud deberá cuidarse de no contagiarse con covid-19 hasta esa fecha. “Si todo sale bien, el 30 me pasan a buscar y me llevan al Hospital Militar. Allí te hacen un par de estudios y no te dicen que te están aplicando. Después a las tres semanas te vuelven a citar para seguir aplicándote”, contó sobre los estudios que luego se mandan a EEUU. Dicho proceso investigativo duraría 2 años “y en estos dos años nos piden que vayamos entre 8 y 10 veces al hospital militar”.
El voluntariado es sin fines de lucro y cada vez que le toque ir estará algo de 4 horas. Donde se le realizarán estudios de serología, test de embarazo, hisopado, historia clínica, examen físico “y si me encuentran apta, me explicarán los pros y contras de la prueba”, dijo. Con posterioridad, ella al igual que los voluntarios que se expongan a las pruebas, firmarán un consentimiento y luego “me aplicarán la primer dosis, que puede ser la vacuna o el placebo”, describió la ginecóloga y obstetra que actualmente realiza ecografías en diferentes clínicas del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).
Al respecto, Sandra dijo que “la situación aquí está complicada, tengo gente que cursó la enfermedad o la está cursando. La mayoría aislados. Los hoteles y los sanatorios están llenos con muchos casos y en líneas generales hay de todo”, contó.
Y agregó que “hay gente que no cree los efectos de este virus. Yo en este momento estoy en la calle viendo gente sin barbijo. Hay gente que la está pasando muy mal económicamente y otros que están totalmente despreocupados. Hay personas que tienen mucha conciencia y otras que no respetan el distanciamiento e incluso hacen reuniones. Es difícil controlar a la gente, sobre todo cuando se empieza a tener hambre”, concluyó.
Fuente: Tiempo de San Juan