Amante de los animales, la estadounidense Brianna Walton estaba criando a dos gatos adultos cuando la hembra dio a luz a una camada de cachorros. Si bien regaló a varias crías, decidió quedarse con una muy chiquita a la que bautizó Gracie. Siete meses después del nacimiento, la dueña notó que algo andaba mal con su pequeña mascota, perdía pelo y parecía enferma. Aún no puede reponerse de lo que descubrió: en realidad, no era una gatita.
La joven, de 29 años, vive en Maine y contó la experiencia en redes sociales, donde su caso llamó la atención de muchos fanáticos de los animales.
“Gracie tenía unas cinco semanas cuando empezó a perder vello facial”, comentó Brianna. “Luego perdió la mayor parte de su cabello por completo durante las siguientes dos semanas y me preocupé mucho de que estuviera enferma, así que la llevé al veterinario”, confesó. “La miraron, sin hacerle pruebas y concluyeron que, probablemente, era fiebre, pero que por lo demás estaba perfectamente sana y no necesitaba más atención”, agregó la joven estadounidense.
Pero Brianna intuía que había algo más, creía que su gatita podría estar sufriendo alguna enfermedad no diagnosticada. Por eso fue a un segundo veterinario que le dijo algo que la sorprendió. Es que, en realidad, Gracie no era “una gatita”. Era fruto de una mutación genética que la había convertido en un ejemplar de gato lobo muy extraño.
Los gatos lobo son también conocidos como Lykoi. Son animales domésticos con una sola capa de pelo que muda cada seis meses. Por eso la caída constante de pelo de la supuesta gatita. No estaba enferma, estaba sana pero era un ejemplar de otra especie.
Tras confirmar que Gracie estaba sana, Brienne comenzó a compartir algunos clips de su original mascota en TikTok. Debido a su particular apariencia, rápidamente se hizo viral.