Vecinos quieren echar a un medico que combate el coronavirus

Una nueva denuncia por discriminación tuvo lugar en el partido de Merlo, donde un médico del SAME se encontró con un cartel pegado en la puerta de su casa cuando se dirigía al trabajo. En el letrero los vecinos le pedían que buscara otro lugar para vivir mientras pasara la pandemia de coronavirus.

Marcelo Roldán tiene 42 años y es uno de los médicos del SAME Morón. Dependiendo el día, tiene guardias de 12 hasta 24 horas. Vive con su familia en una casa ubicada en la localidad de Libertad y cada mañana se dirige en auto a su trabajo. Además, se desempeña en el Hospital Municipal de esa comuna y en la Unidad de Pronta Atención 16 de Martín Coronado, en el partido de Tres de Febrero.

“Fue una sorpresa. El jueves a las 7 de la mañana, como todos los días, fui a sacar el auto para ir al trabajo y vi que tenía un letrero pegado en la puerta de mi domicilio donde invitaban a irme otro lugar mientras pase la pandemia porque soy médico”, cuenta  añade, como si por un minuto hubiese considerado mudarse: “No tengo otro lugar”.

El papel estaba escrito a máquina y envuelto con un nylon transparente: “Hola vecino Dr. Marcelo Roldán. Sabemos de tu buena labor en el hospital y se agradece, pero debe pensar también en los vecinos. Aquí hay niños y ancianos. Le pediríamos que busque un lugar donde pueda quedarse mientras pase el virus Covid-19. Le rogaríamos que lo piense por el bienestar de las familias vecinas. Muchas Gracias”, se lee en el cartel que está firmado por “los vecinos”.

Al respecto, cuenta que cuando leyó la nota sintió “un abanico de emociones, desde pensar que era una broma hasta pensar que había un psicópata atrás de esa nota”.

“El miedo a veces saca lo peor de nosotros”, reflexiona el médico y, en medio de la psicosis por la pandemia, acentúa una vez más: “Lo más importante es mantener la calma”.

A diferencia de lo sucedido en otras denuncias, sino en una casa “normal, de barrio” como describe y al llegar de su trabajo no tiene contacto más que con su esposa y sus hijas: “No hay una zona común con personas ajenas a mi familia”, explica, todavía incrédulo con lo sucedido y asegura que “no tiene idea” quién pudo haber sido porque con sus vecinos de casas linderas siempre mantuvo una buena relación.

Cuando llega de las guardias Marcelo sigue el protocolo sanitario al pie de la letra: “Este momento ha hecho un cambio total de mi vida. Antes, lo primero que hacía cuando llegaba era darle un beso a mi esposa y a mis hijos, con el nene jugábamos a las escondidas. Ahora no puedo. Él extraña mucho eso, pero trato de llevarlo lo mejor posible”.

“Le digo a los vecinos que el médico siempre va a tratar de cuidarse y cuidar a todos”, expresa y deja un mensaje: “Deseo que todos nos cuidemos. Como personal de la salud tengo todos los recaudos mucho más que una persona común. Espero que nos sirva a todos. Estamos para ayudar y nos cuidamos, y si caemos, vamos a cuidarlos hasta el último momento”.

Fuente: Minuto Uno

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