Una anciana de 94 años con problemas de movilidad y sin posibilidades económicas para hacerse de una silla de ruedas, utiliza un camión de juguete para trasladarse hasta la ciudad y poder cobrar la jubilación.
La protagonista de esta historia es Andrea Mamaní, una jubilada que vive en el pueblo boliviano de Achacachi, pero a dos horas del centro donde tiene que asistir para poder cobrar la jubilación que le otorga el Gobierno.
La familia de Andrea se dedica a la producción de quesos y la crisis por la pandemia de Covid-19 recrudeció su situación de vulnerabilidad, pero las imágenes de ella trasladándose en un camión de juguete despertó la solidaridad de muchos.
Así fue que hasta su vivienda llegó una cantidad considerable de alimentos, personal médico que pudo revisarla y hasta una flamante silla de ruedas para que pueda desplazarse con dignidad para ir a la ciudad o movilizarse en su vivienda.
“Ella está muy feliz y le pide a Dios que le ayude muchos años para vivir”, señaló una las hijas de la anciana, quien además agradeció la silla de ruedas que le regalaron a su mamá.