La recuperación total del paciente COVID-19 no depende solamente de cómo transitó la enfermedad, el aislamiento y la espera del resultado negativo. En todo caso, estas son solo algunas estaciones que se debe transitar para lograr el óptimo restablecimiento.
La sintomatología “pos COVID-19” es complicada y de no ser tratada como corresponde, deja secuelas. Muchos pacientes lograr revertir la enfermedad en lo clínico, pero quedan algunas consecuencias como disneas, cansancio muscular, tos persistente, que merecen ser atendidas.
Desde hace una semana, en el Centro de Rehabilitación Integral (CRI), ubicado en el Centro de Adiestramiento René Favaloro, de Rawson, está en funcionamiento un consultorio para atención de pacientes recuperados de COVID-19, donde estudian el estado general en que llegan, luego de una completa evaluación kinesiológica a nivel respiratoria y muscular. Idéntico trabajo lo hacen en el CAPS Valle Grande y en el CIC de Médano de Oro.
Es, en los hechos, la implementación de tratamientos muy definidos a las personas curadas de coronavirus, con el fin de lograr un nivel alto de bienestar a través del ejercicio y de terapias físicas. Son pacientes que llegan con problemas de ahogo o dificultad para respirar, tos persistente, cansancio muscular, alteración de la frecuencia cardíaca, entre otras.
Una vez en el consultorio, los kinesiólogos implementan algunas actividades para conocer el ritmo y funcionamiento del corazón, patrón respiratorio normal o alterado, capacidad pulmonar, etc. El Test de la Marcha, que mide la capacidad de gimnasia en pacientes que cursaron el COVID-19, es el principal método para saber el efecto de los tratamientos y determinar las secuelas que dejaron el curso natural de la enfermedad.
Los pacientes llegan derivados de la Mesa Operativa COVID, formada por médicos, psicólogos, infectólogos, nutricionistas y trabajadores sociales, donde se les hace el seguimiento diario a las personas que padecieron coronavirus.
El programa está pensado para ejecutarlo durante 3 semanas, con una frecuencia de 3 visitas por semana. A pesar del poco tiempo de trabajo, el consultorio ya cuenta con 6 pacientes, con un nivel de atención y recuperación muy alto.
Equipo de profesionales que integran el consultorio de pacientes recuperados de COVID-19
- Coordinadora: Lic. Mariela Grecco
- En el CARF: Lic. Melisa Villavicencio, Lic. Emiliano Carmona, Lic. Claudia Olivares, Lic. Alejandra Mejiba, Lic Natalia Orellano, Lic. Fabricio Gravano y en Tele Rehabilitación Lic. Gisella Dorado.
- CAPS Valle Grande: Lic. Verónica Bettio y Lic. Mirta Molina.
- CIC Médano de Oro: Lic. Susana Pistoia
- Jefa de Zona: Dra. Ivana Garzón
- Director del CARF: Dr. Walter Clavel