Las autoridades, al dar a conocer la fecha de reapertura, matizaron no obstante que aquellos que quieran acudir tendrán que presentar “pruebas sanitarias”, como un test negativo de Covid-19 o un certificado de vacunación.
La decisión fue anunciada públicamente tras una reunión en el Palacio del Elíseo entre el presidente francés, Emmanuel Macron, y representantes del sector, informó la agencia de noticias Europa Press.
El anuncio aclaró que los clientes no podrán realizarse un test delante del establecimiento sino que será necesario planificar la realización de la prueba con antelación.
La mascarilla no será obligatoria en el interior de los recintos y el aforo fue fijado al 75%.
Representantes del sector calificaron la medida como un “respiro” y destacaron en un comunicado que la decisión es “un buen mensaje que ayudará a frenar las fiestas privadas donde los jóvenes corren más peligro”.
Según los dos sindicatos mayoritarios en Francia, de 1.600 discotecas en Francia, 152 habían cerrado definitivamente a finales de marzo de 2021 por dificultades financieras y el 25% presenta problemas para cumplir con el protocolo sanitario, en especial por el sistema de ventilación.
Los conciertos, en tanto, volverán a Francia el 30 de junio, según lo acordado también en la reunión, que contó con la presencia de la ministra de Cultura francesa, Roselyne Bachelot, y el ministro delegado, Alain Griset, encargado de la pequeña y mediana empresa.
Los datos oficiales que publica el Ministerio de Salud indican que el país contabiliza 5,75 millones de casos conformados y 110.738 muertes por el coronavirus.
Unos 31,9 millones de personas ya fueron inoculadas con al menos una dosis de la vacuna anticovid, lo que representa el 47,06% de la población total del país.