Desde que comenzó la pandemia por coronavirus son muchos los menores que quedaron huérfanas en el mundo.
Son cada vez más los chicos que quedan sin padres por culpa del coronavirus. En Brasil son al menos 45.000 niños y adolescentes que se han quedado sin sus padres. Como el caso de Julia, Valentina y Heloísa que quedaron huérfanas y al cuidado de sus abuelos en la localidad de Jundiaí, en el interior del estado de Sao Paulo.
Su madre murió en marzo con 26 años tras contagiarse de COVID-19. Su padre las abandonó a los pocos días. Los abuelos decidieron hacerse cargo de sus tres nietas. En una entrevista a la agencia EFE, Adriana del Rio, contó: “Tuve simplemente que aparecer con una sonrisa al día siguiente y decirles a mis nietas que está todo bien, que la abuelita está aquí”.
Y lamentó: “Es un dolor que nunca va a pasar. Solo Dios me enseñará a convivir con él”. Del Rio encontró el apoyo en un proyecto impulsado por tres madres de Jundiaí al que se han sumado cientos de personas. La iniciativa, “Madres que acogen”, ya ha dado amparo a 25 menores.
“Esta última semana fue terrible porque llegaron 19 menores de cinco madres que fallecieron”, afirmó a Efe la abogada Renata Paschoalini, una de las fundadoras del proyecto, desde el cual dan asistencia económica y psicológica a los huérfanos por medio de donaciones y voluntarios.
La idea nació al conocer el caso de Ryan Lucatto, de 20 años y su hermano, de 10. En apenas dos semanas perdieron a su padre, su madre y su abuelo, todos víctimas del COVID-19. Su padre fue el primero en ingresar en el hospital. Poco después lo hizo su madre, quien trabajaba como empleada doméstica.
Fuente: Radio Mitre