Delia Ferreira Rubio, presidenta de Transparencia Internacional, sus colegas de los lugares más remotos del mundo le preguntan por la vuelta del kirchnerismo al poder después de los escándalos de corrupción. Esta abogada cordobesa, que preside la ONG más influyente a nivel global en temas de transparencia, sugiere que Alberto Fernández “baje una clara instrucción” a sus funcionarios para que la lucha anticorrupción se convierta en una política de Estado. Espera que el presidente electo no tome la misma postura que mantuvo allá por 2003, cuando -sostiene- dificultó la entrega de información pública que se requería al entonces gobierno de Néstor Kirchner.
-¿Qué se puede esperar del Frente de Todos en materia de transparencia?
-Alberto Fernández debería dar señales muy contundentes desde el inicio en su compromiso anticorrupción, si es que ese compromiso es real y no es discurso de campaña. No alcanza con que el presidente asuma y diga “yo no voy a tolerar la corrupción en mi gobierno”. Todos dicen lo mismo, acá y en todo el mundo. Lo más importante es que baje una clara instrucción para que sus funcionarios entiendan que la lucha anticorrupción es importante.
-¿Qué se puede esperar del Frente de Todos en materia de transparencia?
-Alberto Fernández debería dar señales muy contundentes desde el inicio en su compromiso anticorrupción, si es que ese compromiso es real y no es discurso de campaña. No alcanza con que el presidente asuma y diga “yo no voy a tolerar la corrupción en mi gobierno”. Todos dicen lo mismo, acá y en todo el mundo. Lo más importante es que baje una clara instrucción para que sus funcionarios entiendan que la lucha anticorrupción es importante.
-¿Cuáles podrían ser las primeras señales?
-Sería importante saber quién va a estar al frente de la OA (Oficina Anticorrupción), por ejemplo. Debería darle la inmediata orden a su bloque parlamentario para que se trate la ley de ética pública con las reformas que garanticen la más amplia independencia de esta oficina.
-Usted le asigna un rol más importante a la OA del que ha tenido históricamente hasta ahora en la lucha anticorrupción…
-La OA no puede depender de aquellos funcionarios a los que debe controlar. Tiene que ser independiente en su diseño, y lo mismo cabe para la persona que esté al frente de esa oficina. Los países que avanzaron en materia anticorrupción, incluso viniendo desde lugares peores que la Argentina, como Singapur o Hong Kong, hicieron eje en la independencia de este tipo de comisiones. Lo primero que tuvieron que hacer, por ejemplo en Hong Kong, para demostrar independencia fue enfrentarse al primer ministro de turno, incluso cuando dependían del Poder Ejecutivo, y lo sancionaron mientras todavía estaba en su oficina.
-¿Alberto Fernández puede dar más señales o hay que esperar que su gobierno asuma?
-Lo importante se verá durante su gestión, pero mientras tanto hay medidas que se podrían tomar. Los funcionarios deberían presentar sus declaraciones juradas de inmediato y hacerlas públicas. Y no solo para saber cuánto dinero tienen, sino también declaraciones juradas de intereses, que tienen que ver con sus potenciales conflictos, mientras se aprueba la ley de ética pública. Y después, el presidente electo tiene que mirar hacia adelante con menos contrataciones directas y de emergencia, y menos decretos de necesidad y urgencia para reformar asignaciones de presupuesto.
-¿Qué puede mejorar en materia judicial?
-Es indispensable corregir la situación del Consejo de la Magistratura, porque no solo está politizado, sino que está dominado por el Poder Ejecutivo de turno. Todos declaman la independencia del Poder Judicial, pero cuando se trata de manejar el Consejo, todos tratan en realidad de tener el mayor poder posible. Este gobierno perdió la oportunidad de equilibrarlo.
-¿Qué le dicen en el resto del mundo los expertos anticorrupción sobre la vuelta del kirchnerismo al poder?
-No entienden, por ejemplo, que no tengamos una norma de ficha limpia o algo similar que evite que una persona procesada pueda ser candidata…
-Pero son pocos lo que pasan ese filtro en la Argentina, incluso fuera del kirchnerismo
-Ese tipo de prohibiciones son peligrosas en la Argentina. Cuando la Justicia no es independiente, el riesgo de que se produzcan procesamientos para obstruir carreras políticas o cambiar resultados electorales es muy alto.
-Volvemos a los problemas de la Justicia
-Y volvemos al Consejo de la Magistratura, porque ahí está la clave para designar y remover a los jueces.
-¿Qué herencia recibe Fernández en materia de corrupción?
-El Gobierno ha mejorado en el índice de percepción de corrupción [el ranking que elabora Transparencia Internacional] en estos cuatro años. Pasó de 32 puntos a 40 puntos sobre 100 posibles en 2018. Ha habido una mejora, pero estamos lejos del estándar aceptable. El presidente electo tendría que conservar las cosas que se han hecho bien, como la nueva ley de acceso a la información pública.
-¿Cómo fue la gestión de Fernández como jefe de Gabinete en temas de transparencia?
-Kirchner fue pionero en acceso a la información pública con la firma de un decreto, pero a medida que pasó el tiempo ese gobierno daba unas respuestas inaceptables. Por ejemplo, una vez nos dijeron que no entregaban información porque había un privado de por medio en la contratación pública. ¡Siempre hay un privado! Esperemos que Alberto Fernández no haga ahora lo que hacía cuando era jefe de Gabinete.